Lo de “gobierno móvil” está tomando nueva vigencia

Siga, presidente, en sus recorridos, pero considere que un empleado o médico va a abstenerse de informarle de cosas importantes o graves si a su lado están jefes que pueden tomar represalias contra él

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En el Clausura 2014, Hector Ramos tuvo una destacada actuación donde anotó diez goles.

/ Foto Por EDH / Archivo

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2014-06-04 6:00:00

Es de felicitar la visita que hizo el presidente Sánchez Cerén al Hospital Rosales, un acto que recuerda al “gobierno móvil” del expresidente Molina, que sin aviso se presentaba, usualmente muy temprano por la mañana, a dependencias, ministerios, centros de salud… allí pillaba a quienes llegaban tarde, a gente mal atendida y oficinas desordenadas como igualmente personal cumplido y trabajando bien.

“El ojo del amo engorda al caballo”. Patear fábrica, como dicen muchos, es muy importante, pues los jefes o responsables de una organización deben constatar, con sus propios ojos, lo que sucede realmente en la planta, bodega o negocio. Y eso vale para las dependencias de gobierno, aunque es raro que un ministro salga de sus augustos despachos a hablar con la gente y averiguar sus problemas.

Contaban las buenas mamás de antes que un comerciante a quien le iba mal, fue a pedir consejo a un sabio ermitaño, quien para ayudarle le dio un botecito con un líquido milagroso. “Todas las mañanas”, le dijo, “recorre tus instalaciones y vas dejando caer una gota de este líquido en ellas”. Y así lo hizo, pero con la gotita iba descubriendo descuidos, desorden, desatención… y, al corregir lo malo que encontraba, su negocio prosperó.

Y eso debe hacer el presidente pero asimismo los ministros y funcionarios cómo, en su momento, lo hizo Molina.

Ahorren en medicamentos

comprando localmente

Era de esperarse que la visita al hospital pusiera de manifiesto el desorden, la mala administración, las carencias y las quejas de los pobres pacientes, resultado de la incapacidad de quienes han estado al frente de Salud.

El remedio, sin embargo, es poner personas con experiencia administrativa y capacidad profesional, no pedir más presupuestos, pues lo probable es que duplicando las asignaciones las cosas sigan igual o peor.

Los problemas no se resuelven tirando dinero sobre ellos, sino poniendo orden, manejando los recursos con prudencia, administrando eficientemente. La visita al hospital debió haberse hecho antes de bautizar el nuevo hospital de Maternidad…

El presidente se dio cuenta de la falta de medicinas en el Rosales, falta que refleja la carencia en todo el sistema. Y eso, en parte, se debe a que el Ministerio, por misteriosas razones, “misteriosísimas”, prefiere comprar fuera a precios más altos, medicamentos que elaborados en El Salvador por trabajadores salvadoreños y empresas salvadoreñas y a más bajos precios.

Y si lo que el gobierno desea, cumpliendo con lo que dice, es beneficiar a los salvadoreños, comprar fuera a mayores precios es un contrasentido, ya que el dinero que “se exporta” para esas adquisiciones deja de circular y beneficiar a la economía del país.

Lo que aquí se fabrica –y eso vale tanto para medicamentos como para artículos caseros o electrodomésticos– mueve toda la cadena de producción, la gigantesca estructura de proveedores, servicios, intercambios, transportes, cuidados que participan y que vuelven imposible separar a un sector o actividad de otros. La señora de la tienda de barrio es clienta de quienes empacan lo que ella vende, como asimismo compra servicios a los artesanos de su vecindad y va al salón de belleza más cercano.

Siga, presidente, en sus recorridos, pero considere que un empleado o médico va a abstenerse de informarle de cosas importantes o graves si a su lado están jefes que pueden tomar represalias contra él.

Haga las visitas sólo con su seguridad, para informarse, para conocer las realidades de una dependencia…