Hay atajos para aprender muchos otros idiomas

La manera de hablar define a las personas; cuando abren la boca y salen los primeros sonidos, se expone o se delata lo que son y lo que piensan o no piensan

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Mariana Salazar, en Francia.

/ Foto Por Foto EDH /Cortesía Mariana Salazar

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2014-04-20 5:00:00

Se cuenta que a un cortesano de la corte francesa el rey le preguntó si hablaba español, lo que aquél interpretó como una condición para ser nombrado en un puesto diplomático en España. Y, por lo mismo, se puso diligentemente a aprender el idioma.

“Su Majestad, ya hablo español”, le dijo al monarca unos meses más tarde…

“Pues eso, Monsieur, le da la oportunidad de leer El Quijote en la lengua original…”, le respondió el soberano.

Se recomienda hoy en día a los jóvenes, y también adultos, aprender por lo menos tres idiomas para avanzar en la vida, pero es importante definir lo que se busca: un nivel adecuado para conversar y viajar es una cosa y otra son los requerimientos para estudiar profesiones y/o leer grandes obras literarias.

De Enrique Schliemann, el padre de la arqueología, se dice que llegó a hablar más de treinta lenguas, las que sabía para comerciar en distintos países. Pero por encima de ese nivel práctico, también aprendió griego clásico para leer y estudiar los poemas homéricos y emprender lo que fue su sueño y gran misión en la vida: encontrar Troya y los vestigios de la civilización de los aqueos.

El método empleado para su aprendizaje por Schliemann está al alcance de cualquiera de nosotros: en el nuevo idioma que estudiaba, él leía obras que ya conocía en el propio. Se puede comenzar con obras fáciles como los Viajes de Gulliver o los cuentos de Grimm para luego avanzar a niveles superiores.

La gran ventaja de este sistema es que no se requiere estar consultando con un diccionario, ya que el sentido de las palabras nuevas, o de frases difíciles, se deduce del contexto de las que las rodean.

Después de leer en español “La Ilustre Casa de Ramírez”, la obra maestra del lusitano Eca de Queiroz, el original portugués es casi transparente, como sucede con “Los Novios” del italiano Manzoni o “El Rojo y el Negro” de Stendhal.

Y prácticamente lo mismo se logra leyendo diarios y revistas en otros idiomas, pues una persona informada conoce lo que sucede en el mundo en un momento determinado.

La primera prioridad es hablar bien la propia lengua

El sitio de TV5 Monde tiene cursos en francés, como se pueden encontrar para otros idiomas buscando en la Internet, ya que muchos países hacen esfuerzos para propagar el conocimiento de su lengua.

Es obvio que unos idiomas son mucho más difíciles que otros, ya que alcanzar un nivel decoroso en italiano es muchísimo menos arduo que lograrlo en alemán, lengua que, según el mismo decir de los germanos, es muy difícil (Die Deutsche Sprache ist eine schwere Sprache); hasta ellos mismos de vez en cuando cometen errores de forma al hablarlo.

En orden de prioridades, lo más importante es hablar lo mejor posible el propio, los chinos, el chino, y los salvadoreños el español, pronunciándolo bien y enriqueciendo el vocabulario, sin recurrir a las consabidas muletillas (“volado” y “oseya”).

La manera de hablar define a la persona; cuando abren la boca y salen los primeros sonidos, se expone o se delata lo que son y lo que piensan o no piensan.

En ese orden el inglés es, en el mundo actual, el lenguaje universal, la llave para abrirse un primer paso en el mundo. Y eso se debe enfatizar en nuestras escuelas…