¿En un país en crisis, qué papel juegan los mercadólogos?

Todo ha empeorado aquí desde que los rojos llegaron al poder. Si ahora sufres dificultades, mañana con los fanáticos controlando tu vida, la situación será mucho peor

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Alianza no vive su mejor momento en el campeonato. Foto EDH / Archivo

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2014-03-03 6:00:00

Una pregunta: ¿Cuál es la importancia de los mercadólogos, vendedores, publicistas, campañas de imagen, etcétera, en un país donde falta de todo, desde el papel higiénico, alimentos básicos y artículos de primera necesidad, hasta electricidad y vuelos al exterior?

Y “no lo decimos nosotros” sino que cualquiera puede, viendo las transmisiones que llegan de Venezuela, leer las pancartas que las multitudes, centenares de miles, llevan en las manifestaciones contra Maduro.

Pese a que Venezuela es “la luz revolucionaria, socialista que ilumina a América Latina, al Caribe y al mundo” en las exaltadas palabras del candidato Sánchez Cerén, hay que separar a un país de gran importancia del régimen colapsado de Maduro, que intenta sofocar la revuelta ciudadana a palos y a balazos.

Lo vemos “con nuestros propios ojos”: enormes manifestaciones se enfrentan a los esbirros del régimen, que democráticamente les dan garrote, usan gases lacrimógenos y disparan contra la gente, sin que se haga el menor intento de parlamentar.

Lo que mueve a la gente es que está harta de los desmanes de un régimen que actúa por decreto, sin las “consultas al pueblo” que aquí pregonan los aliados de ese régimen y que, a causa del desgobierno y las medidas disparatadas que imponen, están hundiendo al país en la peor pobreza.

Cuida lo que tienes, pues con los fanáticos todo será peor

Hace pocas semanas, Maduro, “El Podrido”, dispuso que la inflación era causada por los altos precios del comercio, así que decretó que los artículos en venta, desde televisores hasta automóviles, bajaran los precios.

Los bajaron, hubo una venta loca al principio, pero ahora muy poco de esos bienes se encuentran para comprar. Y nadie en su sano juicio va a importar nada si el régimen le obliga a vender a precios por debajo del costo.

La inflación, que está al borde de convertirse en una hiperinflación, ya sobrepasa el sesenta por ciento anual, lo que significa que si alguien ahorró cien bolívares, en un año tendrá cuarenta, y al ser hiperinflación descontrolada, en cosa de meses se queda sin un penique.

Pasó en Nicaragua con los sandinistas, otros hermanos de teta de los rojos salvadoreños: se pasó de pagar 6.50 córdobas a ¡doscientos millones! por cada dólar. Y los ahorros y las pensiones, querido lector, se convirtieron en humo… Como en humo se convierten los empleos de las personas que se ocupan de vender, mercadear, publicitar y promover bienes y servicios, lo que consumimos, esas personas cuyas ideas y eslóganes son parte del motor que mueve las sociedades contemporáneas.

Si no lo crees, pregúntate: ¿Qué valor tiene una campaña publicitaria de alimentos envasados o toallas sanitarias, cuando nada de eso se encuentra en el mercado?

¿Y cuál será el futuro en esas condiciones, de un vendedor, un publicista, un ejecutivo de mercadeo?

Y ya que para el candidato comunista Venezuela es “la luz revolucionaria, socialista que ilumina a América Latina, al Caribe y al mundo”, aunque aquello se derrumbe, puede esperarse que se copie el modelo: escasez de todo, palos para el que protesta, nula democracia, robadera.

Nadie puede dar por seguro lo que tiene de bueno o de que las cosas no pueden empeorar, como todo ha empeorado aquí desde que los rojos llegaron al poder. Si ahora sufres dificultades, mañana con los fanáticos controlando tu vida, la situación será mucho peor.