os rojos tienen puestos sus ojos —ojos llenos de avidez por los bienes ajenos — en las pensiones de los salvadoreños, de las que la yunta FMLN/Gana ha venido disponiendo desde hace años.
Esos dos mil y tantos millones de dólares no los dejan dormir.
No hay manera más segura de quedarse sin los ahorros que han venido formando, queridos trabajadores salvadoreños del sector independiente de la economía, que votar por los comunistas el 9 de marzo.
El personal de comercios, industrias, empresas de servicio, transportes y todo el que produce lo que comemos, vestimos, nos alberga, nos transporta, nos cuida y nos entretiene, han venido ahorrando para su futuro desde hace más de una década.
Pero, a partir del régimen de Saca, cuando se pretendió pasar los ahorros de las AFP al Fondo General de la Nación, y luego hace unos meses que se elevó el porcentaje de los ahorros disponibles a “el Estado” (léase la burocracia roja que está esquilmando al país y lo ha llevado a la quiebra), cada vez dispones menos de lo que con esfuerzo tu empresa y tú mismo han contribuido.
Y si, como vienen insinuando los comunistas, nos salimos del dólar, va a suceder aquí como en Venezuela, donde cada año la gente pierde la mitad de lo que tiene ahorrado y lo que gana. El dólar, como moneda fuerte, da seguridad y estabilidad.
Y también van a perder una parte de lo que reciben de remesas, ya que en vez de dólares les pagarán en “colones o farabundos”, dinero que van a imprimir.
Tan quebrado está El Salvador por la suntuosidad y la incapacidad del actual régimen (suntuosidad que incluye autos, helicópteros y yates para los bien situados) que los refrigerios para los niños escolares, un programa del que tanto se ufanan, han sido recortados en más de la mitad, como les atrasan los presupuestos a las escuelas.
Pero la burocracia se mantiene, un ejército de militantes que muy poco hacen porque muy poca capacidad tienen para hacer nada verdaderamente útil.
El “modelo para América” que ha arruinado a Venezuela
Cada salvadoreño que trabaja en el sector formal, cuyo empleo lo obtuvo por capacidad, responsabilidad y esfuerzo, no por ser sobrino de un diputado, ha ahorrado para poder sostenerse cuando le toque hacerlo, para no depender de su familia, descansar o dedicarse a distintas actividades, desde cuidar a sus nietos hasta leer y aprender nuevas cosas.
Pero como va todo, mientras sus ahorros ganan menos del dos por ciento, muy por debajo de las tasas del mercado, y además expuestos a que el día menos pensado ordenen otro traslado de estos ahorros a Hacienda, la tranquilidad de contar con algún patrimonio para los años dorados se esfuma.
Y en vez de años dorados puedes encontrar que serán años de hambre, sufrimientos y abandono.
Si te gusta pasar hambre, la solución es votar por los rojos, como tantos venezolanos que ahora se encuentran en la calle de las amarguras, luego de haber votado por Chávez y su “socialismo bolivariano”.
Este es el mismo socialismo que el candidato rojo, Sánchez Cerén, describe como “la esperanza y el modelo para América”. Y la receta de Chávez sigue siendo la misma: caerle encima a todo lo ajeno.
Hay que ver las fotos de los jerarcas rojos orgullosos, junto a Chávez, antes de que éste marchara al más allá.