El hombre light

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Miercoles 15 de febrero de 2017 Trbajadores del tren de aseo de Ciudad Delgado, San Salvador, se reunieron con delegados de la alcaldÌa de dicho municipio para exponer los problemas tecnicos que tienen con las unidades de transporte y encontrar una soluciÛn a estos Fotos EDH Menly Cortez

Por Luis Enrique Contreras Reyes

2018-05-16 7:27:00

Nuestro país sufre de un alto índice de violencia contra la mujer. La cifra de feminicidios en El Salvador se elevó un 12,1 % por ciento entre enero y el 6 de mayo pasado, frente al mismo lapso del 2017. Hasta la fecha se registran 157 asesinatos de mujeres (datos brindados por la Policía Nacional Civil). El Salvador es considerado uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres, en el 2016 y el 2017 hubo una tasa de asesinatos de mujeres de entre 16 y 12 por cada 100,000 habitantes, algo considerado como una epidemia de violencia según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Agresiones letales contra la mujer muy emblemáticas han sucedido en El Salvador en los últimos meses; desde la desaparición de la agente Carla Ayala por uno de sus compañeros del extinto GRP, la periodista Karla Turcios, presuntamente asesinada por su esposo; la doctora Rosa María Bonilla Vega, de 45 años y colaboradora técnica y referente de componente materno de la región occidental del Ministerio de Salud (Minsal), quien falleció golpeada por su pareja; y tristemente tuvimos el asesinato de Graciela Ramírez, apuñalada 56 veces por su exprometido.

En El Salvador no fue hasta unos pocos años atrás que entró en vigencia la Ley Especial Integral para una Vida libre de Violencia (LEIV). Sin embargo, como decía el escritor inglés C.S. Lewis: “Al ser humano no se le educa con leyes”, el problema es más estructural, lleva implícitos aspectos educativos de formación personal que luego emanan en acciones conductuales. El catedrático español de Psiquiatría, Enrique Rojas, ha explicado en diversas ocasiones cómo el hombre moderno no está a la altura de lo que la mujer actual necesita; lo llama “el hombre light y es un hombre bien informado, pero con escasa educación y muy entregado al pragmatismo y a los tópicos. Todo le interesa, pero a nivel superficial; es un sujeto trivial, ligero, frívolo, permisivo. Lo acepta todo, pero carece de criterios sólidos y todo para él es etéreo, leve, volátil, banal”.

Concretamente hace alusión sobre la educación afectiva en los hombres que no se está fomentando en la mayoría de hogares, educar los sentimientos masculinos es imperante para que logren valorar y dignificar a la mujer como se debe. En la mayoría de instituciones educativas la enseñanza versa sobre materias técnicas, básicas que evidentemente son necesarias, pero se ha omitido el cómo desarrollar inteligencia emocional, afectiva, interpersonal entre otras que les permitan a las futuras generaciones tener un mejor desempeño conductual en el entorno social.

Al hombre no se le edifica como alguien virtuoso, se limita a una vacuidad interior, completamente un ausente emocional… las virtudes son hábitos operativos buenos y se aprenden ejecutándolos, lo opuesto a las virtudes son los vicios y éstos se encuentran presentes de forma abrumadora en nuestra sociedad actualmente. Platón, en su libro La República, expone las cuatro virtudes cardinales que todo ser humano debe cultivar y son las siguientes: 1- Justicia: consiste en la constante y firme voluntad de dar al prójimo lo que les es debido. 2- Prudencia: dispone la razón práctica para discernir, en toda circunstancia, nuestro verdadero bien y elegir los medios justos para realizarlo. 3- Fortaleza: asegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien y 4- Templanza: modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura evitar los excesos.

El hombre actual carece enormemente de estas virtudes, es gobernado por sus instintos, convirtiéndose en un autómata del tiempo en el que le ha tocado vivir; el cual vocifera que desechemos la moral que tradicionalmente ha encauzado al hombre para hacer lo correcto. Habitamos en una época en que nos burlamos del honor, nos reímos a carcajadas de los principios… y luego nos preguntamos ¿Por qué hay traidores y asesinos entre nosotros?

Analista Político y Columnista
de El Diario de Hoy
@LuisSaxum