La respuesta de El Salvador

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elsalvador.com

Por Luis Enrique Contreras Reyes

2018-04-11 8:18:59

El andamiaje internacional creado para presionar a gobiernos a que legalicen el crimen del aborto en sus países aún persiste. Una columna escrita por José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch, en este mismo periódico, evidencia la injerencia externa presionando a El Salvador a legalizar este crimen con trillados argumentos que son falacias para confundir a la población.

Lo paradójico es que esta organización pregona ser defensora de los derechos humanos y vemos su insistencia abogando por legalizar el genocidio del aborto en nuestro país. Cito un extracto de su artículo: “La legislación sobre aborto de El Salvador es contraria a los estándares internacionales sobre los derechos de la mujer a la vida, la salud y a no sufrir un trato cruel, inhumano o degradante”.

Buscan que nos unamos al festín de la muerte que beneficia económicamente a muchas personas promotoras del aborto; es un extranjero más que busca burlarse de nuestra inteligencia al decir que la penalización del aborto en El Salvador es cruel e inhumana. Disfraza con su retórica al hablar de “interrupciones de embarazos seguros” cuando sabemos que no hay abortos fiables; en EE. UU. abortos legales han dejado partes corporales de los bebés asesinados en el cuerpo de la madre y las consecuencias han sido lesivas; extracciones obligadas de la matriz, infertilidad, entre una infinidad de consecuencias negativas.

Y no podemos obviar que el bebé es la principal víctima al ser horrendamente asesinado, por personas que estudiaron medicina para salvar vidas, por tal razón es vergonzoso e indignante ver en publicidad nacional a doctores apoyando el aborto, personas que se aliaron con la industria del crimen de los nasciturus. Lo bueno que estos son minoría, la mayoría del gremio médico protege ambas vidas, no se prestan a las argucias dialécticas de los difusores de la muerte.

Un indicador insoslayable para medir el nivel de éxito del sistema de salud de un país es la reducción de muertes en los nacimientos. Irlanda y Polonia, “las bestias negras” del establishment abortista porque han resistido a sus embates, presentan respectivamente tasas del 5 y 13 muertes por cada 100,000 nacimientos, muy inferiores a las de países con aborto prácticamente libre. Sin embargo, esto no interesa a las organizaciones abortistas debido a que coarta su negocio de sangre.

Al nuevo orden mundial solamente le interesa edificar una ingeniería social que siga transformándose en una orbe utilitarista, donde nos convirtamos en selectivos de la vida, fecundación in vitro, aborto legal… laboratorios surrealistas convertidos en rastros para humanos donde se comercian los órganos al mejor postor. Nuestra dignidad nos está siendo despojada, facilitando con ello una manipulación que les permite exterminarnos ante la apatía e indiferencia de muchos.

La respuesta de El Salvador para esta legión de verdugos modernos es que nuestra Constitución defiende la vida desde la concepción, como lo deberían de hacer todas las naciones del mundo y somos muchos los que protegeremos nuestro país de su descarada, perversa y condenable intromisión.

Analista Político y Columnista
de El Diario de Hoy
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