A los precandidatos de ARENA

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Uno de los policías que acompañaba en la patrulla al agente del GRP, Juan Josué Castillo, acusado de atacar a Carla Ayala. Foto/Menly Cortez

Por María Alicia de López Andreu

2018-03-23 9:13:44

“Todo llega y todo pasa”, dice el refrán. Apenas ayer fue Año Nuevo y ya mañana es Domingo de Ramos. Pasaron la campaña política y las elecciones, vendrán las fiestas del Divino Salvador, llegará la Navidad y, nuevamente, estaremos frente a las urnas eligiendo un nuevo Presidente, que pareciera que será arenero (aunque también dice el refrán que “del plato a la boca, se cae la sopa”). Dios no lo permita, porque las alternativas (FMLN o Nayib Bukele) nos enviarían directamente al infierno.

¡Qué inmensa responsabilidad para los afiliados a ARENA! Tendrán en sus manos proveernos a la persona que tenga las mejores cualidades para desempeñarse como Presidente: por su preparación académica, su experiencia, su conducta pública y privada, sus principios, valores y propuestas, etc. Habrá tres debates en los que todo eso podrá evaluarse, si se realizan debates DE VERDAD. De otro modo sería un desperdicio y una estafa para el público.

Y “estafa” es el tema de hoy. Me refiero al excelente artículo “¿Cuál es la mayor estafa del mundo? La educación” (Moisés Naím, El País 18/02/2018). Lo relaciono con los párrafos anteriores, porque considero que es un tema prioritario que los precandidatos areneros deberían exponer: cuál es su visión sobre la educación; cómo la realizarán, qué costo tendrá, qué resultados esperar, en cuánto tiempo, etc. Porque para corregir nuestro sistema educativo, posiblemente necesitaremos una década; pero para erradicar el daño que ese mal sistema ha causado en nuestro país, a nuestros niños y jóvenes, torciendo mentes y conciencias, se necesitará más de una generación. Es ineludible comenzar de inmediato.

Dice Naím: “Claramente, el problema ya no es la falta de escolaridad. No se trata de que niños y adolescentes no puedan ir a la escuela, el problema es que, una vez llegados allí, no aprenden. Más que una crisis de educación, lo que hay es una crisis de aprendizaje”. Estafa, señala, porque los estudiantes pasan años en las aulas, pero salen de la escuela sin dominar conocimientos tan básicos como lenguaje y matemáticas.

La brecha entre los niños que aprenden y los que no, va incrementándose con el paso de los años, teniendo serias consecuencias en las oportunidades que tendrán en el futuro. Entonces, se debe trabajar para que la educación —especialmente la pública pero también la privada— sea cada vez de mejor calidad.

Naím recomienda: “¿Qué hacer? Lo primero es medir. Por razones políticas, muchos países se resisten a evaluar de manera transparente a sus estudiantes y profesores. Y si no se sabe qué estrategias educativas funcionan y cuáles no, es imposible ir mejorando la puntería. Lo segundo es comenzar a darle más peso a la calidad de la educación. Si bien es políticamente atractivo anunciar que un alto porcentaje de los jóvenes de un país van al colegio, eso de nada sirve si la gran mayoría de ellos aprende poco. Tercero: empezar más temprano. Cuanto más mejore la educación a edades tempranas, más capaces de aprender serán los estudiantes de primaria y secundaria. Cuarto: usar la tecnología de manera selectiva y no como una solución mágica. No lo es”.

El artículo de Naím me parece muy importante. Pero más importante es lo que cada precandidato de ARENA proponga a este respecto. Piénsenlo durante la Semana Santa y expóngalo.

Columnista de El Diario de Hoy