El candidato perfecto

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Por Jaime García Oriani*

2018-02-24 5:41:20

El candidato salió satisfecho de la entrevista. Su principal asesor le había dado una simple fórmula: ornamentar con frases bonitas los ejes de su plan de trabajo, mantener siempre su discurso y evitar dar respuestas concretas, especialmente cuando se tratara de datos. Al hablar del oponente, había que ningunearlo y negar cualquier debate. Si algo no estaba claro, debía invitar a sus redes sociales o página web, con eso sería suficiente para calmar las ansias. De todos modos, muchas cosas pasarían inadvertidas y pocas veces el entrevistador repreguntaba o ponía contra las cuerdas a los políticos. El tiempo en televisión vale oro y para algunas televisoras era más importante agotar el listado de preguntas que llegar a la verdad.

Tenía una agenda llenísima. Casi no dedicaba tiempo a sus labores de alcalde, porque se encontraba realizando “trabajo territorial” para su partido desde hacía casi seis meses, aunque oficialmente la campaña había comenzado apenas uno antes. Bastaban algunas apariciones en actos públicos y unas cuantas llamadas al Concejo para controlar la situación. Por suerte, siempre llegaba su cheque a final de mes y lo cobraba puntualmente.

Antes de un mitin, dio una breve entrevista en un programa radial. Pan comido. Todo se centró en sus selfies en la playa con su familia y en el video en que bailaba, que a propósito habían publicado un par de días antes. Apenas hablaron de propuestas.

Con una cobertura bastante benévola, medios digitales favorables y una ciudadanía algo disgustada con la clase política, había decidido hacer una campaña sincera, pero sin exagerar. Su eslogan era simple y claro: “Más vale tarde que nunca”. Había que hacer creer a la gente que compartía su descontento y, además, admitir cierta responsabilidad sabiendo fingir demencia. Se requería de mucha arte para conseguirlo.

Al mitin llegó más gente de la que esperaba. La promesa de buen almuerzo, camisetas, delantales y calendarios era siempre bien recibida. Después de la batucada y la música, llegó el momento del verdadero show…

“Me presento una vez más a las elecciones porque ustedes me lo han pedido. No es fácil hacer este sacrificio, así que recuérdenlo y hagan un pequeño sacrificio votando por mí. Hablando de situaciones difíciles, una señora me contaba lo mal que la pasan con las lluvias en su comunidad y el peligro que corren sus viviendas. ¡Han estado en el abandono todo este tiempo, que coincide con mis años en la alcaldía! Pero… ¿qué podía hacer yo, si no está en mis atribuciones?

“Eso sí, ahora que es campaña llevo láminas y material de construcción, porque para ganar votos no importan nuestras atribuciones y tenemos que hacer soñar a la gente. ¡Voten por mí y seguirán soñando con un mejor municipio!

“Pueden ver que estoy trabajando mucho en los últimos meses, tanto que no me queda tiempo para ir a los debates, pero yo sé que a ustedes –que son poco exigentes, menos mal– les basta con ver nuestro municipio lleno de mi propaganda para votar por mí.

“Regresando a las obras, ¿creían que ustedes no me importaban? Solo estaba esperando el mejor momento, para que supieran apreciar mi trabajo y recordaran que les arreglé varias canchas de fútbol, les pinté los columpios y las paredes de sus casas (la oposición critica que usamos los colores del partido; lo dicen porque quieren que sigamos mal), reparé las calles (después de las primeras lluvias van a estar peor, pero así tendremos siempre algo que hacer) y les puso iluminación (les garantizo que estarán funcionando, al menos de aquí a las elecciones).

“Los mercados están bien. Aquí no hay desempleo. ¡Hay tanto emprendimiento en nuestro municipio que hemos llenado las calles de vendedores!

“No voten por el otro, porque va a acabar con todo lo bueno, especialmente con los programas que todavía no tenemos. Nuestras propuestas se centran en cosas que podríamos haber hecho hace años, pero, como venimos repitiendo, ‘más vale tarde que nunca’”.

“Este 4 de marzo no se olviden de mí, porque de algo tengo que vivir”.

*Periodista. Máster en comunicación corporativa. jgarciaoriani@gmail.com