La antipolítica

Señalar lo corrupto de un político o partido político no implica antipolítica, sino una exigencia de rectificación para que el sistema funcione. En todo caso, son los corruptos y partidos políticos que avalan dicha corrupción los que hacen la antipolítica.

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elsalvador.com

Por Luis Portillo*

2018-01-30 6:30:34

El año pasado inició el uso masivo del término antipolítica y considero que dado a que estamos entrando en un periodo de elecciones es necesario definir el termino, su uso y características. Sobre todo porque me he dado cuenta de que antipolítica quiere decir muchas cosas en estos días. Es de aclarar que el fenómeno de la antipolítica ha crecido en los últimos tiempos y es algo global. Por su reciente fortalecimiento, es difícil encontrar suficiente literatura para tomar una definición ampliamente aceptada, por lo que me atreveré a definir por medio de algunos ejemplos lo que es antipolítica y lo que no es.

Antipolítica es usado por algunos políticos como término para defenderse de los ataques y críticas que hacemos los ciudadanos. Al verse cuestionados por la corrupción, ineptitud e incapacidad, algunos políticos recurren a una estrategia de victimizarse y hasta insinuar que los reclamos legítimos que tenemos los ciudadanos hacia los funcionarios y partidos políticos son una especie de maltrato. Usan el termino para sugerir que señalar sus falencias es una especie de complot y llegan hasta el cinismo de sugerir que, si no fuera por ellos, el mundo se desmoronaría, como si lo que tenemos no son ruinas de todas formas.

También vemos el término de antipolítica usado por los defensores del estatus quo. Algunos de ellos evidentemente son miembros de algún partido político, o su medio de subsistencia está atado a los partidos políticos. Para ellos, la antipolítica es la crítica al nepotismo, clientelismo y cualquier otro señalamiento que pueda socavar sus ingresos. A otros, más pragmáticos y sinceros, les preocupa que cambie el sistema político, que en nuestro país es la democracia representativa, en donde los ciudadanos somos representados por medio de los partidos políticos en la Asamblea Legislativa y elegimos al presidente de la República por medio de votaciones cada cinco años. Esta preocupación considero es válida, sin embargo, hay que tener en cuenta que el funcionamiento de la democracia implica no solo elecciones libres y separación de poderes, sino también el desarrollo de todos los ciudadanos.

La antipolítica está compuesta de “anti”, el cual es un prefijo que significa oposición. La palabra política tiene muchos significados, por lo que su definición en el uso del termino antipolítica es sumamente importante. Para muchos, la política ha perdido su sentido ético y no tiene como objetivo obrar en una sociedad utilizando el poder público organizado para lograr objetivos provechosos para los ciudadanos. Esto no implica que los ciudadanos queremos cambiar el sistema político y que desaparezcan los partidos como mecanismos de representación democrática. En tal sentido, señalar lo corrupto de un político o partido político no implica antipolítica, sino una exigencia de rectificación para que el sistema funcione. En todo caso, son los corruptos y partidos políticos que avalan dicha corrupción los que hacen la antipolítica. Por medio de su actuar, permitiendo que sean los intereses de unos pocos los que priven sobre el interés común, están destruyendo la política y se oponen a lo que debería ser el ejercicio del poder público.

Finalmente, quiero despejar la inquietud de que criticar y señalar lo que está mal en la política es lo que permite que surjan caudillos populistas. No porque cerremos las cortinas de nuestro cuarto y cerremos los ojos vamos a evitar que salga el sol por la mañana. Con esto no quiero decir que estos “mesías” son la solución, menos cuando llaman a no votar, lo cual sin duda es antipolítica. Me refiero a que los ciudadanos, sobre todo los que viven lo precario del sistema de educación, salud y seguridad actual, no dejarán de experimentar sufrimiento porque no se critique la corrupción, ineptitud y fracaso de las políticas públicas y gestión de este y anteriores gobiernos. Es este sufrimiento, falta de oportunidades y poca inversión en educación, lo que amenaza a los partidos políticos. Está en manos de ellos rectificar el rumbo y verdaderamente dejar de hacer antipolítica.

*Colaborador de El Diario de Hoy.
@luisportillosv