El relevo generacional

Estos son solo algunos de los inconvenientes que sustentan la necesidad de un buen diagnóstico, para planificar, realizar con éxito el relevo generacional.

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Por Pedro Roque*

2017-06-24 6:03:00

La semana anterior publicó el semanario Expansión de El Diario de Hoy un informe sobre el “cambio o transferencia generacional” en las empresas familiares??? Y digo interesante por las muchas empresas familiares que conozco en España y El Salvador, con las que he trabajado como consultor. Por eso sé de las situaciones complicadas entre los padres, incluyéndome, y los hijos que le darán continuidad a la empresa, donde frecuentemente se presentan situaciones, incompresibles para los mismos protagonistas y cuya explicación puede deberse a entre otros, los siguientes factores:

— Diferente visión de cómo entiende la empresa el padre y cómo la entienden los hijos??? Principalmente, en su desarrollo del presente al futuro mediato y a medio plazo. El fundador conoce la historia de cada cosa, sabe lo que le han costado y se aferra a sus principio de gestión basados en la experiencia. Los hijos que conocieron la empresa cuando ya había crecido, quieren cambiar las formas de administrar y, aunque puede ser necesario, hay desacuerdos conceptuales que frustran los cambios que los hijos quieren implantar. Se presentan desavenencias entre el padre y los hijos, que se complican más cuando intervienen los cónyuges de los hijos y las hijas.

— Incomprensión por comunicación ineficiente. Los continuos enojos, los malentendidos y que siempre debe haber un culpable por acción u omisión de cualquier situación desafortunada que sucede cuando hay duplicidad de mando y los gerentes y supervisores no saben de quién seguir las instrucciones, si las del padre o las de los hijos.

— Las diferencias en la formación académica. Además de la diferencia en la edad de 25 o más años, el conocimiento de sistemas de administración, que los hijos aprendieron en la universidad y sobreentienden, pero que el padre no los conoce y cuando los hijos los proponen, el padre los pone en duda y considera innecesarios, pues tal como él ha venido conduciendo la empresa, ha crecido y va bien.

— Los celos profesionales entre los hijos y los empleados especialmente apreciados por el padre, porque trabajan con él desde hace muchos años, pero que no se entienden bien con los hijos.

— Resentimientos intrafamiliares. Pueden deberse a la incomprensión de la familia sobre la dedicación excesiva del padre a la empresa y el supuesto descuido de los asuntos de la casa y de los hijos. Sucede cuando la empresa se encuentra en dificultades y requiere de más presencia del propietario, para solucionar los imprevistos que se presentan, tal como está sucediendo hoy a muchas empresas familiares por la pérdida de ventas debido a las malas condiciones económicas del país.

—Iniciativas de nuevos sistemas para mejorar no consultadas ni consensuadas. Aunque las iniciativas son buenas y necesarias, la puesta en marcha se pospone y pospone por el desacuerdo nunca aclarado sobre cómo y cuando deben implantarse, que los hijos asumen como la solución para un determinado cometido, pero el padre no está convencido. Y aunque dice que sí, al final los cuestiona y como él es quien manda, pospone para más adelante lo que los hijos quieren hacer.

Estos son solo algunos de los inconvenientes que sustentan la necesidad de un buen diagnóstico, para planificar, realizar con éxito el relevo generacional y que el empresario empiece a disfrutar de la satisfacción y seguridad de que sus hijos harán crecer la empresa.

*Columnista de El Diario de Hoy.
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