Vaya forma de recibir la pasada vacación: En Cuscatlán, Hacienda decide no honrar su deuda con nuestras pensiones. Esto no le gusta a Mr. Fitch, ni a su primo S&P, por lo que nos tildan de país no óptimo para invertir ni prestar pisto. Y el gobierno como si nada.
Más turbulencia de la negra.
Que levante la mano el capitalino que no “palidió” a causa del ataque severo de Parkinson que le agarró a San Chamba. No veo manos.
Turbulencia acelera corazones.
Para los menores de 16 años fue su primer encuentro cercano con un terremoto en potencia. Para todos fue la primera vez que vemos, de inmediato, la típica foto “esto pasa en el Selectos cuando tiembla”, así como los consecuentes memes, como el señor llorando, a todo pulmón, en la sección del guaro.
También fue la primera vez que el gobierno del FMLN tuvo que afrontar un “enjambre sísmico” y, como todo, también lo hace con las patas. A tal grado que para no llorar, nos reímos con las declaraciones de los portavoces oficiales.
Brilla por su ausencia un manual de crisis, pues la ña Lina habla sin planificar, con mucho ruido, pocas nueces y “monos pal mar”. Por su ausencia, brilla también el prevenido señor profesor, desde Cuba, dentro de un traje antiabejas listo para afrontar el enjambre.
Turbulencia que da pena.
Señores, en broma, pero en serio. Está bien que nos muramos de la risa, siempre y cuando nos percatemos del rumbo equivocado que llevamos. Parece que sí. El 85% de los encuestados digitales califica de muy mal la forma en que el gobierno manejó la turbulencia de la Pacha Mama.
Otra turbulencia, manejada con las patas, sucedió el domingo de Ramos a bordo de un vuelo de United a punto de despegar de Chicago. No tengo que explicarlo, pues todos vimos al chino, tal saco de patatas, arrastrado por el pasillo.
El manual indica que una vez asignado un asiento, siempre y cuando esté ocupado por un pasajero con reservación confirmada ??? es decir paganini (ya sea con $ o millas), no lo pueden bajar.
También indica que, en caso de sobreventa, en el gate de salida, se buscan voluntarios, dispuestos a ceder su asiento a cambio de hotel, comida y un voucher para futuro vuelo.
Al staff de Chicago de UA le valió sorbete el manual y, ante 150 cámaras filmando violencia, jalan al chino paganini, como saco de patatas – con todo y kétchup, pues se reventó el labio contra el pasamanos.
El sentir de viajeros del mundo se manifiesta en tijerazos a tarjetas de viajero frecuente; protestas en al aeropuerto de Beijing, promesas de United nunca más; memes en las redes sociales, sátiras en TV.
Turbulencia de la seria.
Cuando UA compró Continental en 2010, “Let’s fly together” fue su invitación. Al rato se dieron cuenta que dicho slogan, entraba por uno y salía por el otro, y regresaron a Fly the friendly skies.
¿Qué de amigable tiene que saquen a uno de sus inocentes pasajeros, médico por cierto, como si fuese el Chapo Guzmán? Al traste multimillonarios esfuerzos por posicionar una aerolínea amigable y cercana.
Las turbulencias de Semana Santa, tanto en Chicago como Cuscatlán, nos dejan dos lecciones. Primero, la importancia de las relaciones públicas en tiempos revueltos, y segundo, está bien que nos riamos, siempre y cuando hagamos algo para cambiar lo que está equivocado.
*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com