Celebración y negocio

En todo caso esta Navidad hubo mucho movimiento comercial, que empezó con el viernes negro, pasó a ser en algunos establecimientos la “semana negra” hasta llegar a la Navidad

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Aguila sigue en pretemporada, hoy juega contra el Toros FC. Foto EDH

Por Pedro Roque*

2015-12-26 6:11:00

Para ser coherente con lo que escribí el domingo pasado sobre el agradecimiento, aproveché estos días de Navidad para expresar mi agradecimiento a la gente de mi entorno y aclarar malos entendidos y, cuando procedió, pedir disculpas. Se siente uno aliviado y es bueno para ambas partes, pues además, sirvió para desear que el año entrante nos concentremos en que las cosas que hacemos conjuntamente nos vaya mejor. 

¡Mas regalos que celebración! Así es la Navidad en estos años donde el valor y significado de la Navidad se asocia más a la marca y al precio del regalo, que a la celebración cristiana den nacimiento de Jesucristo en sí. Sin darnos cuenta, la publicidad consiguió que Santa Claus, que no es de por aquí, poco a poco fuera desplazando al Niño Dios y como al Niño Dios nadie le apoya publicitariamente, hoy la Navidad es más a la usanza norteamericana y europea que a la forma tradicional del tiempo pasado.

Pero bien, no debemos olvidar que en los ciclos económicos a lo largo del año, la temporada de la Navidad para muchas empresas es el tiempo en el que pueden salvar y rescatar económicamente el año y lograr sobrevivir hasta el año siguiente, inmersos en esta nuestra economía, que se dice trabada debido a la baja inversión nacional, los varios impuestos legales e ilegales y la ínfima inversión extranjera.

Pero contentos con los regalos y los abrazos al recibirlos y entregarlos se pasó otra Navidad. Yo, en las tarjetas que preparé, le deseaba a mis amigos, ya no tanto como antes: “Salud, dinero, amor y tiempo para disfrutarlo”, sino más bien, “salud, seguridad e inteligencia para sobrevivir los acontecimientos de El Salvador que nos afectan directamente y los internacionales que siempre tienen sus repercusiones indirectas.

¿Y los que no tienen dinero ni crédito para comprar regalos y a quienes nadie les regala nada, cómo viven la Navidad? Si la medida que aplican son los regalos, me imagino que mal. 

En todo caso esta Navidad hubo mucho movimiento comercial, que empezó con el viernes negro, pasó a ser en algunos establecimientos la “semana negra” hasta llegar a la Navidad.

 Cada quien gastó lo previsto o más y todos terminaron contentos, tanto los grandes comercios como el sistema financiero, ya que según se publicó, el 70 % de las compras se pagó con tarjeta de crédito.

¿Y ahora qué? Pues a disfrutar los regalos para luego empezar a sufrir por el pago que se debe hacer puntual para cancelar el préstamo de la tarjeta de crédito, que si cumple solo será el 9 % y si no cumple, por los intereses y la mora, los regalos terminarán saliendo carísimos.

Pues bien. Si pudo dar y recibir regalos lo felicito, pero muy al margen de los regalos, todavía este domingo está a tiempo, de reflexionar un momento sobre el verdadero significado de la Navidad.

*Ingeniero. Columnista de El Diario de Hoy.
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