El FMLN habló claro

Al FMLN no le interesa el equilibrio político, sino la hegemonía de la izquierda, y que un equilibrio entre la izquierda revolucionaria y la ultraderecha reaccionaria, ARENA y sus aliados, es un obstáculo para profundizar la transformación económica y social del país

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Iván Roberto Mancía celebra tras anotar gol contra la UES.

/ Foto Por Mauricio Cáceres

Por Teresa Guevara de López*

2015-11-14 6:11:00

Los documentos del Congreso del FMLN establecen claramente los objetivos que el gobierno rojo tiene para conducir el país, de manera indefinida. Es una clara declaración de guerra a la “derecha oligárquica” mediante una derrota al sistema neoliberal, y para detener, revertir e impedir el uso, abuso y manipulación de la Sala de lo Constitucional, instrumento de la oligarquía y de ARENA. Así de claro.

Medardo González considera que el Estado debe tener mayor peso en los medios, porque actualmente son poderosos instrumentos de la derecha oligárquica, que influye en la población y exhortó a su militancia a no dejarse engañar por sus mentiras y las de sus escribientes (me doy por aludida) “por tildar al gobierno de incapaz”. Comentario: Las escuelas, los hospitales, el Puerto abandonado, el aeropuerto obsoleto y el SITRAMSS son ejemplos suficientes para calificar la capacidad del gobierno) . Califica de instrumentos que favorecen a esa derecha, a los gremios empresariales, sectores religiosos, intelectuales, universidades privadas y fundaciones que solo defienden sus intereses. Comentario: Acusación injusta e ingrata, ya que estas instituciones han demostrado solidaridad, amor al prójimo y un uso correctísimo de los recursos que administran.

El Estado debe ser propietario de empresas en ramas estratégicas: mayor peso en los sectores financiero, industrias, agro, comercio, energía, recursos hídricos, medios de comunicación, pensiones y transporte. Será gestor de la política económica, volver al colón y avanzar en una política fiscal progresiva elevando la carga tributaria. Comentario: Si el Estado va a ser el propietario de todas las empresas, no se sabe quién va a pagar los impuestos.

Al FMLN no le interesa el equilibrio político, sino la hegemonía de la izquierda, y que un equilibrio entre la izquierda revolucionaria y la ultraderecha reaccionaria, ARENA y sus aliados, es un obstáculo para profundizar la transformación económica y social del país. Lo anterior contrasta drásticamente con el discurso pacificador del Presidente Sánchez Cerén, de tender puentes y lograr entendimientos, y con la creación de comisiones e instancias para promover el diálogo y buscar soluciones en temas como educación y seguridad, que hasta ahora han demostrado ser totalmente inoperantes.

Luis Mario Rodríguez en un artículo reciente comenta: “Quienes integran el Asocio para el Crecimiento, el Comité Consultivo de la Alianza por la Prosperidad, El Fomilenio II, harían bien en contrastar los objetivos plasmados en los documentos de este Primer Congreso, con las agendas de desarrollo económico, competitividad y modernización del Estado que orientan a esos proyectos de cooperación, financiados por el gobierno de USA.” Vale recordar que una misión del Fomilenio II viajara a USA para reunirse con inversionistas que operan en ese país para interesarlos en las iniciativas API (Apuesta por Inversiones) y APP (Asocios Público-Privados) que se espera desarrollar en los 5 años que dure este programa. ¿Cuál será la reacción de Carlos Slim, Bill Clinton y Frank Giustra, en su intento de colaborar con el maravilloso proyecto de Carlos Calleja?

Posteriormente, los dirigentes del Frente han intentado matizar el discurso asegurando que será un “modelo salvadoreño, no de otro país, pues no se puede usar la camisa de otro”. Demostración extrema de optimismo y de un enorme ego, el creer que lo que ha fracasado en todo el mundo, (como el Socialismo del Siglo XXI, concebido por un brillante economista alemán) los ex guerrilleros del Frente lo van a hacer funcionar. 

Los salvadoreños debemos tomar muy en serio estos planes que constituyen una declaración de guerra contra la democracia y reaccionar con el valor que nos caracteriza para salir en su defensa.
 
*Columnista de El Diario de Hoy.