Decir la verdad

Sabemos que  la información  difundida por los medios controlados por el Estado y  afines al Frente abunda en falsedades, que confirman los funcionarios públicos  en entrevistas y declaraciones,  logrando que la población más joven o  poco instruida, caiga en la trampa

descripción de la imagen

El agente Mario Meléndez Diaz, de 36 años, destacado en Control Migratorio y Finanzas fue asesinado el sábado por la noche en Santa Cruz Michapa donde residía, informó la Policía.

/ Foto Por Miguel Villalta

Por Teresa Guevara de López*

2015-11-21 7:34:00

En el mundo actual parece estar de moda omitir la verdad.  Se disfraza con medias mentiras, o descaradamente  se miente descaradamente. Y muy frecuentemente  se sustituye por lo “políticamente correcto”,  para complacer a algunos,  velar por los intereses propios, o  imponer criterios contrarios a la moral.

Los gobiernos de izquierda en América Latina, han encontrado una excelente herramienta para engañar al pueblo mediante control de los medios de comunicación independientes, dando vía libre a aquellos controlados por el Estado y financiados con fondos públicos, para magnificar sus inexistentes logros, falsear cifras  tergiversando estadísticas y atacando fieramente a la oposición.

Los salvadoreños  nos estamos acostumbrando a escuchar  mentiras oficiales, recordando al ex presidente Funes  asegurar  en la ONU el éxito de la tregua entre pandillas y justificar  las extorsiones como su modus vivendi para sostener a sus familias.  Sánchez Cerén aprovechó también la Asamblea de la ONU para enorgullecerse de  los grandes adelantos de su gobierno en materia de educación, salud y combate a la inseguridad,   lo que ha sido reiteradamente desmentido con cifras presentadas por organismos internacionales.

Uno de los documentos del  Congreso del FML establece controlar los medios de comunicación porque “como instrumentos de la derecha oligárquica, mienten engañando a la población  al tildar al gobierno de incapaz”.  Sabemos que  la información  difundida por los medios controlados por el Estado y  afines al Frente abunda en   falsedades, que confirman los funcionarios públicos  en entrevistas y declaraciones,  logrando que la población más joven o  poco instruida, caiga en la trampa. 

“La oligarquía privatizó la banca” (Falso)  La banca privada en El Salvador, era una de más sólidas de la región, cuando  Duarte expropió los bancos nacionalizándolos y haciéndolos quebrar en  tiempo record, hasta que los valientes empresarios compraron lo que se les había usurpado.

“La privatización de las pensione (AFP) es la causa del problema actual”. (Falso) El sistema privado es altamente exitoso, tan rentable que el gobierno se apropia anualmente de varios millones para poder hacer frente a su fracasado sistema público.

“Exitosa reforma de salud” (Falso)  El nuevo hospital de maternidad es solo un cascarón, carente  hasta de lo más elemental como lavadoras, aunque aseguren que las pocas unidades viejas  del antiguo hospital, son suficientes para las necesidades del nuevo.  Las indignantes fotos de sufridas mujeres envueltas en sábanas y pacientes obligados a comprar sus medicinas, desmienten las afirmaciones de abastecimiento de medicamentos y ponen en ridículo la inauguración de unidades, que  cierran en la semana siguiente, cuando retiran los equipos.

“La inversión en educación es prioridad para el gobierno”. (Falso) El desinterés en la educación es  vergonzoso, pues obliga a los padres de familia a donar parte de sus escasos ingresos, para reparar las instalaciones ruinosas   en que sus hijos  reciben sus clases.  Y la labor encomiable de los maestros, que sin recibir sus sueldos a tiempo ni el presupuesto para funcionar, deben comprar de su bolsillo lo más indispensable para trabajar.  Los millones desperdiciados en programas sociales no han disminuido la deserción escolar, pero han aumentado la pobreza.  

“La baja de homicidios obedece a la eficiente gestión de las autoridades” (Falso) Porque internacionalmente ostentamos el título del país más violento del mundo y presenciamos el bochornoso  espectáculo  de  familias desalojando  sus viviendas por orden de las pandillas que controlan dichos territorios, mientras la PNC da seguridad para que el éxodo sea tranquilo.

Pero reiteran sus intenciones de mantenerse en el poder, para  continuar con los cambios en beneficio de las mayorías.  ¿Llegará el día en que los ciudadanos reaccionemos contra tantas mentiras?. 
 

*Columnista de El Diario de Hoy.