Aportes para una estrategia agrícola integral

El cambio climático entorpece la lucha contra la pobreza a través del desabastecimiento de agua potable, el incremento en la incidencia de enfermedades

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Por Ricardo Esmahan*

2015-10-05 7:05:00

Los cambios en el clima pueden representar una amenaza real, el país debe adaptarse a estas amenazas relacionadas con la variabilidad climática (periodos de lluvias y sequías intensificados por los fenómenos “El Niño” y “La Niña”), así como a las producidas por la variación en la precipitación, el aumento en la temperatura global y local, debidas al cambio climático, las cuales traen consigo inundaciones, derretimiento de glaciares e incendios, entre otros eventos.
 
Las causas son muchas, que van desde la sequía prolongada a la expansión de las poblaciones o en el crecimiento de usos industriales. Las soluciones son pocas, pero hay algunos conceptos prometedores.

El cambio climático es una realidad y tiene importantes efectos en el desarrollo socioeconómico del país, por lo que se debe trabajar en una estrategia nacional que brinde una serie de insumos metodológicos. Estos insumos ayudarán a sectores y territorios a: (a) generar un mayor conocimiento sobre los riesgos potenciales e impactos actuales, dentro de lo que se incluye su valoración económica; (b) aprovechar las oportunidades asociadas al cambio y a la variabilidad climática; (c) incorporar la gestión de riesgo climático en la planificación del desarrollo sectorial y territorial, y (d) identificar, priorizar, implementar, evaluar y hacer seguimiento de medidas de adaptación para disminuir la vulnerabilidad y exposición de los sistemas socioeconómicos ante eventos climáticos. 

El éxito de una  estrategia depende de una adecuada articulación y del compromiso de los diferentes niveles de gobierno, e igualmente del sector privado, las ONG y la sociedad civil. 

La gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático son estrategias complementarias. Por medio de la reducción de la exposición y la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos, la gestión de riesgo ante desastres y la adaptación al cambio climático, se reduce el riesgo climático y sus impactos socioeconómicos. Estas estrategias se deben implementar paralelamente para lograr una adecuada incorporación de las variaciones del clima en la planificación del desarrollo.

La actividad agropecuaria debe de prepararse también para valorar nuevas estrategias y así enfrentar los retos del cambio climático. La evolución agrícola depende de la tecnología, su generación y transferencia, por lo que se tiene que privilegiar la coordinación público-privada para enfrentar esta realidad del cambio climático y sus riesgos para el sector agropecuario y agroindustrial, por la importante contribución de éstos a la seguridad alimentaria.

Deberíamos desarrollar programas y proyectos de protección de las cuencas, los mantos acuíferos, la biodiversidad, los suelos y otros ambientes ligados a la producción de agua potable, comprometiendo a las instituciones relacionadas, los productores y la sociedad en general vinculada en una agricultura ambientalmente amigable y positiva.

La protección de las principales cuencas fluviales, como la del Lempa, del río Grande de San Miguel, del Jiboa, del río Paz, entre otras, es vital para mantener el suelo fértil, la biodiversidad y los mantos acuíferos suficientes para la población creciente y el abastecimiento hídrico de los principales centros urbanos. Importante será crear un programa de incentivos con participación público-privada en las zonas rurales, para obras de protección del suelo con barreras vivas y muertas. Ideal sería  implementar una masiva reforestación con árboles maderables, frutales o con palma africana, en el marco de la revisión de la Ley General Forestal y contar con una Ley General de Agua aprobada por consenso.

Los impactos del cambio climático afectan principalmente a los más pobres. El cambio climático entorpece la lucha contra la pobreza a través del desabastecimiento de agua potable, el incremento en la incidencia de enfermedades y la reducción de la productividad agrícola, que afecta tanto el ingreso de los campesinos, como el precio de productos alimentarios.

* Colaborador de El Diario de Hoy.
resmahan@hotmail.com