A la angustia de la gente por la imparable inseguridad, la amenaza de nuevos impuestos, las intenciones del gobierno de hacerse con los dineros ahorrados por los trabajadores para su retiro, la sequía primero y ahora los problemas por el exceso de lluvias, el trafico capitalino constituye un quebradero de cabeza adicional.
Los embotellamientos y congestionamientos ocurren a toda hora y en cualquier día de la semana, tampoco son exclusivos del centro de San Salvador ya que surgen por todos los rumbos, basta citar la zona del Hermano Lejano, El Salvador del Mundo, Metro Centro, San Antonio Abad, Redondel Masferrer, Plaza Merliot, Rancho Navarra, Feria Internacional, etc.
Si por ejemplo alguien que trabaja en el centro de la capital sale de su jornada a las cinco de la tarde y utiliza el transporte público para regresar a su hogar en Santa Tecla o Apopa, consume por lo menos tres horas. La mayoría de salvadoreños que viven en las ciudades vecinas como Soyapango, Quezaltepeque, Cojutepeque, etc., para llegar a tiempo a su trabajo por la mañana tienen que madrugar.
Las causas son múltiples; sin embargo, destacan las siguientes: (a) Red vial insuficiente en relación con el parque vehicular que al presente sobrepasa con mucho el medio millón solamente en el área metropolitana; (b) Incumplimiento del reglamento de tránsito terrestre, conjunto de normativas desactualizadas e incompletas que aún en esas condiciones ayudarían de mucho; (c) Escasa educación del conductor promedio que se refleja en su falta de cortesía, prepotencia, agresividad e impaciencia. (d) Congestionamientos causados por escuelas, colegios, iglesias y universidades en horas de entrada y salida comúnmente por su inadecuada ubicación, ausencia de espacios y defectos de diseño; (e) Sitramss que partió la capital en mitad norte y mitad sur, se dijo que al funcionar iba a disminuir la intensidad del tráfico vehicular en el Bulevar del Ejército; sin embargo en la práctica todo sigue igual que antes.
(f) Colisiones y otros accidentes que dejan vehículos atravesados por varias horas mientras llega la inspección, causando grandes embotellamientos; (g) Obras en desarrollo por FOVIAL, ANDA, DEL SUR y empresas contratadas por Obras Públicas; (h) Estrechamiento de las calles en el centro capitalino por la invasión imparable del comercio callejero informal y el ambulantaje; (i) El de todos conocido desorden y abuso de los buseros y microbuseros que prácticamente hacen lo que les viene en gana.
(j) Bloqueo por furgones en operaciones de carga y descarga, maniobrando para salir o entrar en garajes ubicados en arterias importantes; (k) Vehículos que por desperfectos mecánicos son abandonados a media calle, especialmente autobuses y vehículos pesados, cuyos propietarios no tienen la consideración de apartarlos a un lado para no obstaculizar el tráfico; (l) Paralización del tráfico por actividades callejeras diversas como marchas a favor o en contra de algo; finalmente (ll) Este literal comprende una variedad de tipos de conductores que en alguna forma contribuyen con los congestionamientos, por ejemplo el despistado que hace altos donde no debería de hacerlo, se estaciona en boca de calle para preguntar por una dirección, desea entrar a una residencial por el portón de salida o conduce tramos en contrasentido; el irresponsable que conversa y gesticula con el brazo que lleva fuera de la ventanilla, a veces come, en otras habla por el celular y en no pocas ocasiones maneja a la vez que controla uno o más perros que lleva a la par; conductor con reflejos visuales y auditivos disminuidos por motivos diversos que va en el carril de la izquierda y luego vira a la derecha no sin antes atravesarse uno o dos carriles, con luces altas a las 8:00 a.m., pide vía a la izquierda y sigue derecho, etc.
*Colaborador de El Diario de Hoy.