El manifiesto populista

Si el amor del pueblo quieres conquistar, no hay de otra que a sus legisladores comprar, para el país endeudar, y con esa plata, los programas sociales poder pagar

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Fusades cree que el problema de la violencia sigue pese al aumento de empleados en las instituciones de seguridad.

/ Foto Por Ren? Estrada.

Por Carlos Alfaro Rivas*

2015-09-11 8:05:00

Compleja nuestra historia. Décadas de regímenes militares (1931-1979), y una docena de años de guerra entre hermanos (1980-1992), fue el precio que pagamos para conquistar una corta y amenazada democracia.

Amenazada por el populismo que, en el 2009 encontró tierra fértil para echar raíces en El Salvador. Un modelo en busca del control absoluto, según dicta el manifiesto populista del líder supremo Hugo Chávez, vigente en varios países de nuestra América desde 1999.

Capítulo # 1: El poder absoluto
¡Felicidades! Han logrado el Poder Ejecutivo en las urnas. Pero la lucha continúa. Falta afianzar el control Legislativo, Judicial y electoral. Solo así podrán saborear el poder eterno.

Para ello, será necesario, entre otras medidas, modificar la Constitución, desmantelar instituciones y restringir libertades individuales, empresariales y de expresión. 

Capítulo # 2: Conquistando el amor del pueblo
Es menester anestesiar al pueblo para conquistar su amor.

Anestesiarlo con leche, zapatos, uniformes y semillas; prometer computadoras, subsidiar el gas.

Cuando el amor llega así de esta manera, el pueblo no se dará ni cuenta de las verdaderas intenciones de nuestra revolución.

Capítulo # 3: El pueblo vs. el monstruo
Su gobierno debe predicar unión, pero vuestra labor es fomentar la división. Esto solo se logra enfrentando al pueblo iluminado con un monstruo malvado.

Un monstruo de muchas cabezas, que en vuestro caso pueden ser los 20 años de ARENA, los empresarios voraces, el imperialismo yanqui, las 14 familias.

El verdadero pueblo estará de tu lado, tan sumiso, que nunca se equivocará a la hora de votar.

Capítulo #4: Fuentes de financiamiento
Si el amor del pueblo quieres conquistar, no hay de otra que a sus legisladores comprar, para el país endeudar, y con esa plata, los programas sociales poder pagar. Si esto no alcanza, los impuestos deberán aumentar, de la AFP se tendrán que adueñar.

Capítulo #5: Mercadeo y publicidad
Debes crear una marca país, con un lema que proyecte tu supuesta misión. ¿Unidos crecemos todos? Me parece.

Aprovecha la magia audiovisual para invadir los medios en tus acercamientos semanales con el pueblo. Bautiza estos esfuerzos para fortalecer tu imagen. ¿Gobernando con la gente? ¡Genial!

¡Ah! y bombos y platillos en cada inauguración, y cada visita a / de otra nación.

Capítulo #6: Manejo de crisis
Es muy probable que la plata nunca alcance para todos tus proyectos. Esto es grave pues el pueblo va a sentir retroceso en materia de salud, educación, seguridad y obras públicas.

Es muy probable que la incertidumbre que este deterioro genere, estimule la fuga de gente y capital, ahuyente la inversión, aumente el desempleo, debilite la economía de la nación.

Si esto sucede, intensifica tu presencia mediática, invéntate marchas por la unidad, la paz y la justicia, monta festivales del buen vivir; súmale más cabezas al monstruo: Un golpe de Estado, la Sala, los medios, el Banco Mundial, la sequía…

Recuerda todo lo bueno que haces, es en nombre del pueblo. Todo lo que va mal es culpa del monstruo de cien cabezas.

No olvides que eres comandante en jefe de la Fuerza Armada. Si el monstruo crece, úsala para defender la soberana decisión del pueblo que te llevó al poder. Cierra medios y encarcela opositores, frena la libertad de expresión, monta corralito y dale largas a la próxima elección.

No será fácil
Deben estar conscientes que estamos luchando contra dos fenómenos que nos ponen la batalla cuesta arriba: La grave crisis en una tierra adonde el petróleo es rey, y que las redes sociales, la voz del pueblo, son imposibles silenciar.

En lo personal, el maldito cáncer no me permitirá ver el desenlace de la revolución popular del Siglo XXI pero, no se desanimen; si siguen este manifiesto al pie de la letra, la victoria, aunque a la fuerza, seguirá siendo nuestra. 

*Colaborador de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com