Falta voluntad, talento y capacidad para administrarlo

Resulta difícil comprender el rumbo que pretende seguir este gobierno, cuyas prioridades parecen ser totalmente contrarias a los verdaderos intereses nacionales, como la urgente ampliación y modernización del aeropuerto de Comalapa

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Hoy es el acto de elección de las reinas de los festejos y el carnaval del municipio de Jiquilisco a partir de las 6:00 de la tarde en el campo de la feria.  

/ Foto Por Lissette Monterrosa

Por Teresa Guevara de López*

2015-08-15 5:30:00

“No hay dinero” sirve como la excusa repetida constantemente por muchos funcionarios para justificar sus enormes fracasos en importantes proyectos de nación: No se incluyó en el presupuesto; se va a recortar de otras carteras; se están gestionando los recursos. Mientras crece la angustia y la indignación de la población ante escuelas en ruinas, hospitales sin medicamentos, policías trabajando en condiciones de miseria, los penales sobresaturados y sin vigilancia adecuada, con una criminalidad desbordada y las pandillas convertidas en autoridad, dominando al gobierno.

Pero junto a esta aparente lipidia, según datos del BCR, el aparato estatal sigue creciendo desproporcionadamente contratando cientos de burócratas, de dudosa capacidad pero con la credencial de ser cuadros fieles del FMLN, que han aumentado el gasto público en $47.6 millones en el primer trimestre de este año, comparado con el mismo período de 2014. Y aunque aseguren mantener una política de austeridad, se observa también la milagrosa transformación de ciudadanos con ingresos modestos, convertidos por obra y gracia de su nueva investidura gubernamental, en potentados rodeados de guardaespaldas, lujosos carros, viviendas con abrumadora decoración barroca, propiedades agrícolas y ranchos de playa, que les permiten actuar con desmedida prepotencia.

El Gobierno planeaba invertir cerca de $1,008 millones para obras públicas en el primer semestre del año (el doble de lo presupuestado en 2014), pero a pesar de esta abundancia de fondos, la inversión ha sido menor. Hay $750 millones que no se han utilizado, por lentitud en trámites para aprobar obras y entregar dinero, que en la tan deprimida industria de la construcción, supone esperar hasta 3 años por permisos ambientales y autorizaciones de construcción. Hay aproximadamente $387.10 millones en préstamos sin usar.

Resulta difícil comprender el rumbo que pretende seguir este gobierno, cuyas prioridades parecen ser totalmente contrarias a los verdaderos intereses nacionales, como la urgente ampliación y modernización del aeropuerto de Comalapa, que vergonzosamente ostenta el título del peor de la región. Y aunque se incluyó entre las primeras propuestas de asocio público privado, la Presidencia de la República anunció recientemente que un APP para este aeropuerto no es prioridad y se buscará otro tipo de financiamiento. 

El Presidente concedió un bono de $600 a los miembros de la PNC, muy merecido por la heroica labor que desempeñan en condiciones sumamente adversas, y que muchos han pagado con su vida. Sin embargo, con una visión de largo plazo, ¿no habría sido mejor invertir esos millones en darles el equipo adecuado, reparar sus vehículos, dotarlos de suficiente combustible, y remodelar las instalaciones donde estos abnegados servidores pasan muchas horas del día? 

Nadie duda que $600 han resuelto momentáneamente urgentes situaciones familiares, pero proporcionarles habitaciones con servicios sanitarios limpios, camas confortables, un espacio digno para tomar sus alimentos, habría hecho crecer en ellos su auto estima, su sentido de pertenencia y compromiso con la institución, orgullosos de ser garantes de la seguridad pública. Desaparecerían las deserciones, chantajes y pactos con la delincuencia.

Como el nombramiento de muchos funcionarios fue para premiar su militancia sin haber jamás desempeñado un puesto de responsabilidad, que exige capacidad administrativa y financiera para la ejecución de proyectos, estos señores disimulan su incapacidad creando comisiones, mesas de diálogo para proyectos imaginarios, porque carecen de la experiencia para ejecutarlos, aunque cuenten con suficientes fondos procedentes de préstamos aprobados, por los que se están pagando intereses millonarios. ¿Hasta cuándo estos funcionarios fracasados reconocerán que el puesto les viene muy grande, y renunciarán para ser sustituidos por profesionales prestigiosos y experimentados que el país tanto necesita?

*Columnista de El Diario de Hoy.