El complejo mundo de las emociones

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/ Foto Por Raúl Recinos

Por Por Mario Aguilar Joya*

2015-07-10 5:30:00

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un cuando todos experimentamos emociones diariamente, no siempre podemos definirlas de forma efectiva; incluso cuando se nos hace saber que el término emoción proviene del latín «emotio» y significa literalmente «movimiento o impulso», esto no ayuda a clarificar la dimensión del significado. Una de tantas definiciones de emoción es la que se refiere a las reacciones que el cuerpo presenta, en forma de gesticulaciones u otras formas de expresión corporal y que se generan ante diferentes estímulos, sean estos objetivos (agresión verbal o física) o subjetivos (pensamientos, deseos, etc.).

Puesto que las emociones son subjetivas y personales, cada uno las vive de acuerdo a su propia realidad o circunstancias, pero lo más importante es que por ser precisamente subjetivas, éstas han sido consideradas por mucho tiempo, como poco importantes y que deberían estar controladas y subordinadas a la racionalidad del ser humano. Sin embargo, no debemos olvidar que estas emociones al ser estados afectivos dan indicios de cambios internos, deseos ocultos, necesidades y motivaciones que no suelen expresarse verbalmente.

Estas emociones se manifiestan en las expresiones faciales y pueden afectar a las personas con que estamos interactuando y llegar a alterar nuestra conducta, así por ejemplo, si vemos a alguien llorar y somos empáticos, podemos ponernos tristes o incluso llorar como esa persona.

Es la Neurología del Comportamiento, la rama de las ciencias que intenta determinar cómo se producen estas emociones, además de cuáles son sus significados y cómo son modulados e influidos por la experiencia de las personas. Destaca en esta ciencia el doctor Paul Ekman, un psicólogo pionero en la investigación de las emociones, que ha estudiado la forma en que éstas se reflejan en la expresión facial en forma de gestos y expresiones. El doctor Ekman ha sido nombrado por la revista TIME y la Asociación Americana de Psicología como una de las cien personas más influyentes en el Siglo XX, además por sus hallazgos en el campo denominado Comportamiento No Verbal, ha sido junto con otros investigadores el co-descubridor de las llamadas Microexpresiones faciales, que han dado lugar a la identificación de al menos siete emociones básicas: Alegría, tristeza, miedo, enojo, desprecio, repulsión y sorpresa.

Se ha descubierto que existen expresiones y microexpresiones faciales, estas últimas son ademanes y gesticulaciones que se producen en la cara en respuesta a una emoción y que son poco perceptibles a los demás; sabemos que estas se inician o producen de manera inconsciente, por lo que no es posible fingirlas de manera espontánea cuando nos encontramos ante un estímulo que las genera.

Durante una fracción de segundo, nuestro rostro responde ante los estímulos generando una expresión facial que es más cercana a la emoción que estamos experimentando que a la locución verbal que podamos generar. Es así como, estas microexpresiones revelan emociones reales aun cuando se intente esconderlas. Podemos intentar engañar a otras personas con lo que decimos sobre nuestras emociones, pero nuestro cerebro se rebelará produciendo una microexpresión facial que es una muestra real de lo que sentimos.

En el complejo mundo de las emociones, es probable que creamos poder identificar con bastante certeza la alegría, enojo y tristeza en las personas que nos rodean; pero el miedo, la sorpresa, repulsión y desprecio son menos fáciles de identificar, razón por la cual hay que ser cuidadosos en la interpretación de todas las emociones.

*Doctor en Medicina.

aguilarjoya@yahoo.com