Recuerdos del pozo CHI-3

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por José Antonio Rodríguez Rivas

2015-07-12 5:00:00

Y

o interpuse mi renuncia a LaGeo en julio del 2008, al Ing. Napoleón Guerrero, quien entonces fungía como presidente de la Junta Directiva. Mi último día laborando en LaGeo fue el 31 de julio, 2008, hace casi siete años. Unos días antes de partir para iniciar una nueva etapa de mi vida, fui a inspeccionar las obras de la plataforma y calle de acceso del pozo CHI-3 en Chinameca. Recuerdo que las obras casi estaban concluidas, y solo faltaba completar los drenajes de la calle de acceso. Unos días después recibí una foto aérea de la obra completa tomada desde un helicóptero el 8 de septiembre del 2008.

Recuerdo las discusiones para ubicar el pozo. Por LaGeo, participamos en ellas Julio Guidos, Manuel Monterrosa, Luz Barrios, Chico Montalvo, Jorge Burgos, Carlos Pullinger, Arturo Quezada, Salvador Handal, Pedro Santos, Herberth Mayorga, Javier Rivas, y yo. Por Enel, participaron el Dr. Guido Cappetti, Emo Sartini, y otros dos geocientíficos italianos cuyos nombres no recuerdo. Las reuniones fueron en la sala de reuniones del edificio del laboratorio de LaGeo. Discutimos las posibles ubicaciones desde un punto de vista geocientífico y de perforación mecánica del pozo, y también consideramos la complejidad de las obras civiles, la hidrología de la zona, y la posibilidad de adquirir terrenos. Por esas fechas, un diputado que después se cambió de partido andaba queriendo hacer el negocio de su vida vendiéndole a LaGeo unos terrenos rústicos que mantenía ociosos. Para ubicar el pozo nos basamos principalmente en un resumen geocientífico integrado y recopilado por el Ing. Julio Guidos. Hace poco me contaron que todas las copias de ese estudio han sido programadas para ser destruidas, como para borrar toda evidencia de lo que hicimos. Los que participamos en geotermia en esa época nos estamos convirtiendo para la historia de la geotermia, en lo que Orwell le hubiera llamado “no-personas” (unperson). Curiosamente, un amigo recientemente llamó a LaGeo para tratar de conseguir una copia del libro “Historia de la Geotermia en El Salvador”, escrito por Carlos Cañas Dinarte con un prólogo de Pedro Escalante Arce, y le informaron que todas las copias habían sido marcadas para su destrucción. Es como que alguien está tratando de reescribir la historia. Como hacían los cerdos en “Rebelión en la Granja”.

Luego de resolver unos problemas por el abastecimiento de agua para la perforación, el pozo CHI-3 se debe haber perforado como un año después de concluir las obras civiles. No tengo las fechas exactas, pero debe haber sido a finales del 2009. O sea, hace como seis años. El pozo dio unos tres megavatios en su apertura. Incluso, me mandaron con orgullo los datos de presiones y caudales de flujo cuando los tuvieron. Enel ofrecía financiar totalmente el desarrollo del campo, en su calidad de socio estratégico, desde antes de tener los resultados del pozo.

Me sorprendí de ver recientemente en julio 2015 un anuncio en EDH, dos páginas completas full-color pagado con fondos públicos, como “inaugurando” el CHI-3, como para presentarlo como un logro de la actual administración de CEL. Me pregunto: ¿Será que de los pozos que han estimulado o perforado desde diciembre 2014 para acá, no tienen ningún resultado que demostrar? Sé que entre diciembre 2014 y ahora han estimulado pozos en Ahuachapán, y perforado pozos nuevos en Chinameca y San Vicente. ¿Será que no han encontrado más vapor en ninguno? Sé que compraron una máquina de perforación usada por unos $17 millones, teniendo otras tres máquinas ociosas… ¿Será que no la han podido usar todavía? Yo quisiera celebrar los logros de mis antiguos colegas, pero ese anuncio del CHI-3 me da más que pensar que de celebrar. Es como que quisieran decir que todo va “viento en popa”… ¿por qué no muestran uno de los pozos nuevos, hechos después de Enel? ¿Y por qué mandan a destruir los libros?.

*Colaborador de El Diario de Hoy.