La Carta Magna

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El equipo del Puerto, Real Destroyer se convirtió en el nuevo ascendido a Liga Mayor, con global de 3-1.

/ Foto Por Foto EDH/Douglas Urquilla

Por Bernhard Garside

2015-06-14 5:00:00

Hace exactamente ochocientos años el 15 de junio de 1215 cerca del castillo Windsor, un castillo que porta el nombre de la familia real hoy en día, un documento fue firmado por el Rey John de Inglaterra. Su significancia pudo haber sido menospreciada en ese tiempo. Pero ahora este documento conocido como la Carta Magna que se convirtió en la base moderna de la democracia y existe en casi todas las constituciones de hoy en día, incluyendo la Constitución salvadoreña. 

Hoy en día se pueden ver los fuertes rastros de la Carta Magna en la Constitución de los Estados Unidos, y también en la Declaración universal de los derechos humanos de las Naciones Unidas de 1948. Aunque solo tres de las 63 estatuas originales permanecen en la ley británica, los orígenes británicos de la democracia parlamentaria moderna y su desarrollo son raíces de la Carta Magna.

La belleza detrás de la Carta Magna no se sitúa tanto en las palabras originales, pero más en los valores humanos y las ideas que promueve: libertad, justicia, igualdad y los derechos humanos. También constato que nadie está por encima de la ley – ni siquiera el Rey. Sus principios desafían al mundo a vivir sus más altos ideales políticos, económicos y sociales.

Algunas personas pudieran discutir que no tiene ninguna relevancia en el Siglo XXI. Sin embargo yo creo que es necesitada ahora más que nunca, por todos esos infinitos desafíos globales en la democracia y en los derechos humanos que son claramente evidentes. La humanidad añora toda esta aspiración de ideales que la Carta Magna ofrece, ideales que son apoyados por las leyes internacionales y abarca la inclusión social, seguridad y la libertad de la palabra.

El núcleo de la Carta Magna es fundamentalmente acerca de los derechos humanos. Hasta este día nosotros como humanos nos enfrentamos a muchos derechos humanos, por ejemplo la esclavitud moderna, el abuso hacia las mujeres y los niños, violencia, muchos tipos de persecuciones, falta del Estado de Derecho y seguridad aparte de muchas otras. Muchos salvadoreños se enfrentan con estos desafíos todos los días de su vida.

Coincidentemente, esta semana también marca la apertura de la segunda sesión del Consejo de los derechos humanos, y este año es la primera vez en toda la historia que El Salvador formará parte del Consejo. El Reino Unido también forma parte de este Consejo, y vamos a trabajar junto a El Salvador en las próximas semanas para tratar y resolver algunos de los casos más preocupantes de abusos a los derechos humanos que aún existen en muchos países como Siria, Corea del Norte y Sudán del sur.

Espero que en este aniversario de 800 años de la Carta Magna las personas puedan reflexionar en lo lejos que el mundo ha llegado. Pero también debemos apreciar que los valores y virtudes de la Magna Carta siguen viviendo en los corazones y mentes de personas en todo el mundo. La Carta Magna continúa desafiando al mundo –y a líderes particularmente– a vivir con los más altos ideales en cuanto a política, economía y vida social. Estos valores y virtudes no son propiedad de ningún país o de un grupo político, pero de la humanidad. Hay mucho más trabajo por hacer, pero juntos vamos a asegurar que ese respeto por la vida, la libertad y la seguridad personal vivan por muchas futuras generaciones.

*Embajador del Reino Unido 

en El Salvador