La lamentable confirmación de un desalentador pronóstico

descripción de la imagen

El DT de los opicanos es uno de los entrenadores que ha tenido continuidad. Foto EDH

Por Por Carlos Ponce*

2015-05-12 5:00:00

Lastimosamente, los pronósticos que algunos hicimos en 2012, se han cumplido. En medio de las críticas e insultos de quienes trataron de descalificar la lectura técnica de la negociación con las pandillas y sus graves consecuencias, se advirtió que la reducción artificial en las estadísticas de homicidio, lograda a través del pacto entre el Estado y cabecillas pandilleros, se vería opacada por la crisis delictual que se desataría en el futuro. Ahora, tres años después, las cifras oficiales registran un repunte sin precedentes en la cantidad de asesinatos. Además, una encuesta de victimización reciente revela que detrás de la reducción aparente de homicidios, se escondía un incremento en la cantidad de personas desaparecidas.

Los activistas de “la tregua,” ajustando a su conveniencia los niveles de resolución del análisis estadístico de la incidencia de homicidios, argumentaban que el diálogo con la estructura de mando pandillera había permitido reducir en aproximadamente 50% la incidencia de asesinatos, citando cifras que ubicaban el promedio diario de homicidios entre 5 y 6. En muchas ocasiones catalogué este decremento como un espejismo que escondía el crecimiento de un monstruo delictual que se asomaría en el futuro. Expliqué muchas veces que esa reducción aparente en el número de agresiones letales se habría canjeado por un incremento nunca antes visto en la cantidad de hechos violento.

Según las cifras oficiales, antes de que iniciara “la tregua”, el 2009 fue el año en que más homicidios se reportaron, sumando 4,382 asesinatos, lo que equivale a un promedio diario de 12. Sin embargo, 2011, el año que antecedió al pacto con las pandillas, con 4,360 homicidios, alcanzó un promedio diario similar de 11.9. Después de “la tregua”, durante 2012 y 2013, se contabilizaron 2,576 y 2,499 asesinatos, correspondientemente, con promedios diarios respectivos de 7.05 y 6.84. Ya para 2014, los homicidios incrementaron y el año cerró con casi 4,000 víctimas.

Ahora, durante 2015, el Instituto de Medicina Legal asegura que el país alcanzó un promedio diario histórico de 15.5 homicidios (482 víctimas) en marzo y que la incidencia de homicidios en los primeros cuatro meses del año se registra un promedio de 12.9 asesinatos por día (1,549 homicidios). Según la misma fuente, los primeros 6 días de mayo reportan un promedio de 20 víctimas diarias. Todas estas cifras están muy por encima de las citadas por los activistas de “la tregua” como logro.

Al contrastar los datos de 2009 y 2013, se puede afirmar que la negociación con cabecillas pandilleros redujo en un 43% el promedio diario de homicidios. Esta variación es menor a la del incremento experimentado en los primeros cuatro meses de este año en comparación a la incidencia del mismo período en 2013, en el que se reportaron 693 víctimas, con un promedio diario de 5.78. Al contrastar estas cifras, se observa un incremento de 123% entre el primer cuatrimestre de 2013 y 2015.

Adicionalmente, una encuesta de victimización publicada por ANEP en el contexto del ENADE, en la que se estima la cantidad de personas desparecidas, revela que durante el auge de “la tregua”, se registró una cantidad mayor de desapariciones y, además, sugiere que esto indica que la reducción de homicidios se dio acosta del incremento de desapariciones. Específicamente, la encuesta estimó que para 2014, 2012 y 2007 se registraron 1,994, 4,330 y 562 desaparecidos, respectivamente. Al contrastar los datos de 2012 con 2007, se observa que aunque se reportó una reducción sensible en la cantidad de homicidios de 26.33% (según la incidencia oficial), al mismo tiempo se registró un incremento del 670% durante el mismo período en el número de desaparecidos.

La crisis en la que estamos sumergidos, si el abordaje oficial actual no cambia, se agudizará aún más. Es necesario abandonar los atajos y soluciones mágicas. Es tiempo de pasar a un tratamiento técnico de la criminalidad.

*Criminólogo.

@cponce_sv.