Ateos, Domingo de Resurrección y el más allá

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elsalvador.com

Por Por Evangelina del Pilar de Sol*

2015-04-04 7:30:00

Mundialmente, el ateísmo se ha ido esparciendo, surgiendo del hedonismo, del aquí, del mal, del ahora. Miles niegan a Dios y al más allá. ¿Tontos?… Veamos.

Todos vamos a morir un día “le guste a quien le guste, o no”.

Las pruebas fehacientes de otra vida las aceptan hasta galenos y científicos, testigos de inexplicables episodios sobrenaturales de personas que murieron y volvieron a la vida. Impactante ejemplo es el del niño de tres años, Colton Burpo, que murió en cirugía, fue al cielo y vio a su hermanita mayor de la cual no conocía su existencia. Con los avances tecnológicos ahora podemos ver en Internet varios de estos portentos. Entre ellos, también el de la Dra. Gloria Polo, que fue fulminada por un rayo, fue al infierno, pero regresó para contarlo. Dos impactantes historias que con los nombres “Dra. Gloria Polo” y “El cielo es real”, son narradas por ambos protagonistas, pudiendo encontrarse en YouTube.

No pretendo hacer un debate de estos sucesos, pues respeto las creencias, escepticismos y ateísmos de quien sea –no pocas veces inclinados al mal–, porque allá cada cual.

No obstante, creer que todo es relativo y a conveniencia propia, donde lo malo se convierte en bueno y lo bueno en malo, amerita considerarse bastante tonto, irracional.

Si yo estoy en lo correcto por creer (y sé que lo estoy) y hay un más allá con un Dios que te ama, pero que al escoger todo el mal anterior –y ese Dios poseer la Justicia Divina–, cuando llega la muerte, la otra vida habrá sido definida por uno mismo, porque nadie nos obliga a escoger.

Cuando ese día llega ya no hay vuelta atrás. Entonces, para unos serán los “ay-es” y el rechinar de dientes de los que habló Jesús. Para otros, la gloria eterna prometida.

¿No justifica entonces llamar tontos a los ateos? Ciertamente, si tuvieran tantito de sentido común pensarían fácilmente: ¿Y qué tal que esto sea cierto y existe otra vida después de la muerte? ¿Por qué no investigar? Podrían acercarse a algún sacerdote inteligente teólogo –que los hay centena- res–. Aunque –ojo– no a uno soberbio y autosuficiente, orgulloso de su inteligencia, porque ellos tampoco creen.

Esas soberbias personas peligran en irse derechito para abajo: Los ateos, privilegiados con grandes inteligencias –razón de ser ateos–, los abortistas, los malos sacerdotes, los pastores evangélicos y todos los mortales que practican la infidelidad… “responsable”, los políticos ladrones-corruptos, los hedonistas que anteponen los placeres a todo practicando el mal. Entre los abortistas puedo mencionar a una señora que fue ministra, de gran inteligencia, pero que la usa para ese asesinato. Ella debe reivindicarse y pensar en todo esto. El padre Toño que mediante algún subterfugio de algún gobernante, regresó, cuando atiborrado de odio contra nuestra patria por su justa condena y expulsión, llegó a España a desprestigiarnos. Ahora con sus graves delitos, de entregar celulares arrastrando quién sabe cuántas vidas con el uso de ellos, está aquí. ¿Invitado por el gobierno? Insólito. Bueno, él sí conoce perfectamente que hay un más allá, un cielo y un infierno, y que todo se paga, sea aquí o allá. Él también debe reflexionar.

Es Domingo de Resurrección, final de Semana Santa, día que marca este océano de fe que practicamos los católicos. Día que debe ocuparse para volver a Dios, pues su Hijo Jesús ¡resucitó! ¡Alabado sea Nuestro Señor!

*Columnista de El Diario de Hoy.