Igualdad, discriminación, familia y legislación

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Jaime Torres, del ??guila celebra el gol ante el Juventud Independiente en el estadio del Complejo Deportivo de Opico.

/ Foto Por Jorge Reyes

Por Por Julia Regina de Cardenal*

2015-04-22 5:00:00

Todas las personas tenemos los mismos derechos humanos y la misma dignidad, merecemos respeto y que la ley proteja nuestra libertad y el bien común.

Estadísticas mundiales muestran que la institución del matrimonio es un bien para la sociedad porque brinda la estabilidad y seguridad a los hijos para que tengan mejores oportunidades de desarrollo. La familia, escuela de valores y virtudes, donde se aprende a vivir en comunidad, a socializar, a respetar a los demás, a compartir, a AMAR, con el ejemplo de padres, debe de ser protegida y promovida por el Estado (según Art. 32 Constitución).

Ante las constantes amenazas mundiales de la dictadura LGBTI (lésbico-gay-bisexual-transexual-indefinido) de redefinir la familia y reinventar el matrimonio, en 2006 se pidió y logró una reforma constitucional para definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer así nacidos. Dicha reforma debería de haber sido ratificada en el siguiente período de la Asamblea Legislativa (2006-2009). Todos los partidos políticos estaban dispuestos a votar a favor de la ratificación, excepto los el FMLN, quienes propusieron hacerle cambios de redacción, con el compromiso de aprobar la ratificación de esta nueva reforma en el siguiente período 2009-2012, inmediatamente al entrar la nueva Asamblea Legislativa, para no esperar 3 años.

Todos los partidos aceptaron los cambios propuestos por el FMLN, sin embargo han pasado 6 años y el FMLN todavía se niega a honrar su palabra. El pasado jueves 16 de abril, se tuvo que volver a pedir una reforma constitucional para ser ratificada en el próximo período. El FMLN no votó a favor a pesar que nuevamente se utilizó la redacción hecha por ellos. Se logró la aprobación sin ellos.

Ha habido críticas de quienes dicen que no es “no es un tema importante” ante la crisis de violencia e inseguridad que atraviesa el país. Sin embargo, sabemos que casi el 100% de los pandilleros vienen de familias desintegradas. Niños que buscan pertenecer a una familia dentro de las pandillas. Invertir en el fortalecimiento de la familia y proteger la institución del matrimonio ayudará a solucionar muchos de los problemas sociales, económicos, morales y culturales. Cuando la familia está sana, la sociedad está sana.

¿Por qué negarse a definir el matrimonio en la Constitución? ¿Discriminación contra algunos grupos? Nadie se está metiendo en la vida privada de otras personas. Se respeta la libertad de cada cual a vivir como quiera. Esto no implica que una minoría imponga sobre la mayoría de la población en reinventar el matrimonio.

Por otro lado, Amnistía Internacional, que ha perdido toda credibilidad, vuelve al ataque con sus campañas de desprestigio a nuestro país, repitiendo mentiras que acá se condenan a 30-40 años de cárcel a mujeres por abortos espontáneos, utilizando a las 17 mujeres encarceladas por homicidio agravado contra sus bebés ya nacidos. Le pide al presidente Sánchez Cerén que derogue la prohibición del aborto en el país, quien no puede derogar nada por presiones internacionales basadas en mentiras y mucho menos el delito de asesinar indiscriminadamente a niños no nacidos salvadoreños protegidos por la Constitución. Todo esto para legalizar el cruel y cobarde negocio del aborto que además de matar a bebés salvadoreños brutalmente descuartizándolos, explota y daña gravemente a la madre.

El presidente y demás funcionarios públicos deben de defender nuestra soberanía nacional, nuestros valores morales, identidad cultural, el derecho a la vida de todos los salvadoreños, el matrimonio y la familia.

*Columnista de El Diario de Hoy.