Por favor, magistrado Olivo, ¡No renuncie!

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El municipio de San Lorenzo cuenta con un sitio que permitirá ofrecer información turística. Foto EDH / Díaz Zambrano

Por Por María A. de López Andreu*

2015-03-13 7:30:00

Aunque una mayoría de salvadoreños — en todos los tonos y medios– están exigiendo su renuncia, yo levanto mi solitaria voz para pedirle: Magistrado Olivo, ¡no renuncie!

¡Solo eso faltaba! Que después de meternos en semejante berenjenal, ahora opte por la salida fácil de la renuncia. ¡No, Magistrado Olivo! Usted debe quedarse en su cargo y responder como la Patria se lo exige.

Le hemos visto, desencajado, decirnos mil veces “óiganlo bien”. Magistrado, le estamos oyendo bien, pero solamente escuchamos un desaguisado tras otro.

El todavía presidente de la Asamblea Legislativa, experto en atentar contra nuestra institucionalidad, cínicamente acusa a ARENA de estarlo haciendo, solo porque ese partido denuncia graves anomalías dentro del escrutinio de votos. Quien pareciera estar atentando contra nuestra institucionalidad democrática es usted, magistrado Olivo; usted nos quitó la confianza en el proceso, denunciando histéricamente un sabotaje. Por su pésima actuación, pareciera que fuera usted el saboteador, llevándose de encuentro a todos los miembros de ese Tribunal, desde sus colegas magistrados, hasta el más humilde y alejado de sus colaboradores, internos y externos. ¿Ha calculado, magistrado, el daño gigantesco que está causando al TSE, al proceso electoral y a El Salvador?

Magistrado Olivo, usted no puede renunciar hasta dar cuenta, sin tapujos, de todos los errores cometidos antes, durante y después del proceso de votación. Debe encarar las irregularidades gravísimas que actualmente suceden en las mesas de escrutinio, tal y como lo han denunciado y probado los partidos políticos (exceptuando, ¡oh sorpresa!, a GANA/FMLN). Debe explicar, con absoluta claridad, qué denuncias han recibido y cuáles medidas se han tomado o tomarán para contrarrestarlas.

Tampoco puede renunciar hasta finalizar el escrutinio, que debe realizarse no solamente ante “medios amigos”, sino ante TODOS los medios de comunicación como testigos. No queremos un escrutinio a escondidas de la ciudadanía. ¿Cómo es posible que, en tan grave e importante proceso, se impida la participación de la prensa? En El Salvador aún existe libertad de expresión, magistrado Olivo, no estamos todavía en Cuba o Venezuela. Precisamente para evitar llegar a eso, fuimos a votar, mayoritariamente, por la oposición.

Está confirmado que hay denuncias sobre 262 actas que contienen graves inconsistencias. Usted aclara que “199 ya se resolvieron en las mesas de escrutinio”. ¿Cómo se resolvieron? ¿A la cínica manera del diputado Gallegos? Él confesó públicamente (desmentido por dos magistrados) que, en esos casos, “con aval del TSE, los votos se repartieron, proporcionalmente, a los obtenidos por cada partido”. Si semejante ilegalidad se cacarea públicamente, ¿qué barbaridades harán debajo de la mesa? Y, usted, magistrado, ¿por qué calla? ¿Por qué no se recuentan esos votos, como se amerita? ¿Cuál es la “legalidad” que usted defiende? Porque, de momento, la única ley que usted practica con excelencia, es la de Murphy.

Hago una invitación a los magistrados, dignos y honestos, del TSE, a que no sean cómplices del burdo y descomunal manoseo que, en las narices de la población y con activa participación de FMLN/GANA, abrigados bajo la indignante y apocada actitud del magistrado Olivo, se pudiera llevar a cabo. Y a los partidos políticos de oposición, que se pongan los pantalones y, tal como debe ser, defiendan la voluntad popular y la legalidad de cada voto.

Magistrado Olivo, su primera y máxima obligación es respetar la voluntad popular. Por eso, no renuncie, ¡CUMPLA!

*Columnista de El Diario de Hoy.