Ideología de género y la mujer

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Carlos Alberto Morán Ferracuti y su esposa Blanca Miriam Serrano fueron procesados por captación ilegal de fondos públicos y defraudación a la económica pública. Foto EDH / Cortesía Juzgados.

Por Por Evangelina del Pilar de Sol*

2015-03-21 7:00:00

Roberto Benigni, guionista, director, ganador del Óscar por su película “La vida es bella” y esposo de la actriz protagonista en el film, Nicoletta Braschi, escribió acerca de la mujer: “Estén muy atentos, ¡cuidado hacer llorar a una mujer! Porque Dios cuenta sus lágrimas. La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para que la pateara, ni de la cabeza para ser superior, salió del flanco del lado para ser igual, un poquito debajo de su brazo para ser protegida, del lado del corazón para ser amada”.

Estos bellos pensamientos efectivamente describen la realidad de las marcadas diferencias entre hombre y mujer.

Entre las máximas desigualdades del hombre respecto a la mujer está su superior fuerza física. Si él hace honor a su hombría, su misión hacia ella será protegerla. En cambio, la mayor diferencia de ella con él está en su profunda sensibilidad, que proporcionará la ternura y cuidados necesarios para el bienestar familiar.

Siguiendo la temática de mi artículo anterior, en este mes de la mujer, concepto que trataba de las burradas expuestas en la ideología de género, voy a comprobar ahora, que promover tal ideología, cuyo fundamental principio defiende que “nadie nace” hombre o mujer, “sino que uno se hace hombre o mujer”, es efectivamente una sandez.

Recientemente se asestó golpe catastrófico a la “Ideología de género” en Noruega, máximo país impulsor de esta doctrina desde 1970, al clausurarse su “Instituto de Género Nórdico” NIKK (por sus siglas).

Éste debió cerrar después que la televisión estatal noruega emitiera un documental en el que se exponía el carácter anticientífico del NIKK y su “investigación”. El productor del documental era un popular presentador noruego de TV, Herald Eia, con licenciatura en ciencias sociales, que decidió investigar intrigado del por qué, a pesar del gran empuje de los políticos e ingenieros sociales daban a eliminar los “estereotipos de género”, las mujeres escogían profesiones femeninas (enfermeras/peinadoras/cocineras/profesoras) y los hombres profesiones masculinas (ingenieros/constructores/técnicos y similares). Por otro lado, Eia notaba que las políticas de igualdad de género aplicadas desde hacía casi 50 años, en vez de ayudar, habían hecho que la tendencia que el NIKK esperaba revertir, se había acentuado más.

Así, él, indagando con preguntas inocentes a los principales “investigadores científicos” del NIKK, recoge las respuestas transmitiéndolas personalmente a la comunidad científica internacional, en USA, Inglaterra, y otros, provocando incredibilidad y risas a estos eruditos que presentan sus inexpugnables estudios científicos. Con estas reacciones filmadas Eia regresa a Noruega y las presenta a los investigadores del NIKK que terminan incapacitados de defender sus teorías, quedando evidenciado y dejando en ridículo al NIKK que debió cerrar por perder los aportes financieros por $53,000,000°° anuales.

El estudio y video son harto interesantes. Recomiendo verlos en Internet: “No-mas-lavado-de-cerebro-en-noruega”.

Por mi lado acompaño en sus carcajadas a los científicos internacionales, agregando mis propias “investigaciones científicas”, evidenciando a la teoría de género como una perfecta majadería.

Aquí algunas de mis investigaciones: -Las mujeres tenemos miles de defectos; los hombres solo dos, todo lo que hacen y todo lo que dicen. -Las solteras se quejan que los hombres buenos están casados, las casadas se quejan de sus maridos. Moraleja: los hombres buenos no existen. -Un machista pregunta a Dios: “¿por qué hiciste a la mujer tan bella?”, Dios: “para que te enamores de ella”… -¿Pero por qué tan tonta? -“Para que se enamore de ti”.

*Columnista de El Diario de Hoy.