Dos hechos que se cruzan, las noticias y la propaganda política

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Jugadores del Marte, tras perder un partido pasado.

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Por Ricardo Chacón *

2015-01-31 6:00:00

El conductor de la entrevista del Canal 12 preguntó a quemarropa: ¿La cobertura amplia y permanente sobre el Sitramss y sus problemas en el centro de la capital que hace El Diario de Hoy y la cobertura que ha hecho La Prensa Gráfica al presidente de la Asamblea Legislativa y sus negocios inmobiliarios con su socio, un exempleado de ese Órgano de Estado, forman parte de la campaña electoral?

La respuesta, tanto de Luis Laínez, de La Prensa Gráfica, y mi persona, en un programa de televisión que esta noche se transmitirá en el Canal 12, bajo la conducción del periodista Romeo Lemus, fue clara y contundente, no, simplemente no.

Y es que las noticias de este tipo, más que formar parte de una estrategia, creada por un grupo de sesudos alineados a un partido político de derecha, tienen otra lógica, surgen con otras motivaciones y no forman parte de ninguna campaña electoral. Las campañas electorales las hacen los partidos políticos en contienda, los medios de comunicación lo que hacen es información noticiosa.

Esto no quiere decir —y lo digo con claridad antes de entrar al tema de lleno a los ejemplos citados—, que la relación entre medios de comunicación y la política, la relación entre los periodistas y los políticos es de una especie que se puede describir como de “amor y odio”, “agridulce”, no solo porque ambos se cruzan en todo momento, porque la política y la información tienen que ver con la vida pública de las personas y del desarrollo cotidiano de las instituciones, sino también porque suelen involucrarse de manera permanente porque mucha parte de las noticias surgen, se crean en los mismos hechos de la política.

La política es comunicación se dice pero también la comunicación es política, en el caso de los medios y de los periodistas como una forma de hacer información que busca no solamente develar los hechos, tratar de buscar las causas sino también fiscalizar el poder.

Hablamos de política en general, no de política partidista, esto no quiere decir que haya medios y periodistas que se pliegan a la política partidista y dejan la profesión para dedicarse a la búsqueda legítima del poder; los expresidentes Saca y Funes son de esta línea, como también en la actualidad hay un par de comunicadores que dejaron las salas de redacción, las cámaras para aspirar a un puesto político.

También he de decir que los medios están en permanente tentación, y a veces caen en los tentáculos de las campañas políticas partidarias. ¿Pecado?, a lo mejor, pero sobre todo se pone en peligro la independencia, la libertad y el tesoro más preciado de un medio y de un periodista como lo es su credibilidad que nace de una práctica independiente.

En el caso del diputado presidente, ¿por qué se vuelve noticia? uno, se trata de un alto funcionario de izquierda que se convierte en inversor inmobiliario con un socio que es su subalterno en la Asamblea Legislativa; dos, existen indicios, claramente probados, aunque esto no implica que haya ilegalidad, que los terrenos fueron adquiridos a bajo precio; y tres, el trabajo tesonero y permanente en cargos públicos pareciera que son los suficiente jugosos para “hacerse con un patrimonio” y convertirse en inversor inmobiliario.

En el caso del Sitramss la cuestión es mucho más clara: se trata de un proyecto de gran envergadura, de gran impacto que afecta a toda una ciudad, nada más y nada menos que a la capital de El Salvador; dos, el proyecto atropellado terminó con dos de las principales vías de circulación, la Juan Pablo II y el Bulevar del Ejército; tres, si bien es cierto que este proyecto unió de mejor manera a Soyapango con Metrocentro, partió y complicó el tránsito para los ciudadanos que viven en diferentes lugares de la capital; cuatro, amén de esto se trata de un proyecto poco transparente que poco o nada dice de los asocio público-privados que dan vida a la empresa, se desconoce el monto del pasaje, no se diga ya quien es el dueño de los buses articulados, quién pago por ellos y quién va asumir el costo del resto de la flota.

En fin, se trata se trata de dos hechos que cumplen todos los requisitos para ser noticia, sobre todo porque son de interés público. Ahora bien, que estos dos ejemplos sean materia propia de la campaña electoral, esto es harina de otro costal.

* Editor Jefe de El Diario de Hoy.

ricardo.chacon@eldiariodehoy.com