El fin de la nueva izquierda

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elsalvador.com

Por Por Marvin Galeas *

2014-12-23 6:02:00

Las cinco organizaciones del FMLN acordaron no ocultar nada a la Comisión de la Verdad que se formó tras de los Acuerdos de Paz. Los dirigentes del ERP confirmaron que efectivamente habían ordenado los “ajusticiamientos” de varios alcaldes del Partido Demócrata Cristiano. Sin embargo, ni las FPL ni el Partido Comunista, se hicieron cargo de nada, a pesar de que habían hecho lo mismo y más.

En su informe final, la Comisión de la Verdad aconsejó que los líderes del ERP se abstuvieran de participar en política durante los próximos 10 años. De los demás comandantes no dijo nada el PC y las FPL no cumplieron con lo acordado.

El PC tampoco entregó a la misión de observadores de las Naciones Unidas, Onusal, la lista de los miembros de las estructuras urbanas como sí lo habían hecho las otras organizaciones. Es decir las células armadas clandestinas del PC, nunca se desmovilizaron de manera formal. Seguramente lo hicieron pero a su manera y en el momento en que consideraron conveniente. El ERP se sintió traicionado.

Por esos mismos días, los dirigentes del ERP, iniciaron un proceso de reconvertir al otrora vigoroso ejército guerrillero en una organización política de orientación social demócrata. Tal intento fue rechazado por una buena parte de las bases. Cuadros que habían sido educados en el odio al “imperialismo yanqui” y a la “oligarquía”, y que incluso habían expuesto su vida en esa lucha se negaron rotundamente a la conversión.

Además los combatientes desarmados, no tenían ninguna certeza de lo que ocurriría con sus vidas. Era una especie de “sálvese el que pueda”. Y no podía ser de otra manera puesto que la guerra había terminado con una solución negociada y no con una victoria revolucionaria por la vía de las armas. El ERP y La RN sufrieron de esa manera la primera gran erosión.

En el proceso de escoger a los candidatos a la presidencia y la vicepresidencia de la República en las elecciones generales de 1994, las primeras del Frente como partido político legal, las FPL y el PC se inclinaron por Rubén Zamora, exdirigente del Frente Democrático Revolucionario, FDR, el aliado histórico del FMLN durante todo el conflicto. Zamora era prácticamente, por decirlo así, un hombre de la casa. Villalobos propuso, en cambio, que el candidato fuera el doctor Abraham Rodríguez, un antiguo y prestigioso líder de la Democracia Cristiana.

El argumento de Villalobos es que la suma del FMLN más una buena parte del todavía fuerte Partido Demócrata Cristiano, podría salir ganadora frente al gobernante partido ARENA. La controversia causó fuertes roces entre el grupo comunista y lo que se llamó nueva izquierda. El PC lanzó una campaña de desprestigio contra Villalobos en la cual mezcló verdades y mentiras. Las fotografías del jefe histórico del ERP fueron colocadas cabeza abajo en los locales del FMLN bajo la palabra “traidor”.

La ruptura formal se produjo tras las elecciones. El 1 de mayo de 1994, cuando se instaló la Asamblea Legislativa, siete diputados de los 21 que obtuvo el FMLN, se declararon fracción independiente. Ana Guadalupe Martínez fue nombrada vice presidente del órgano legislativo.

Villalobos y su agrupación intentaron pactar con el gobierno de ARENA una transición democrática al estilo español, a espaldas del FMLN. El antiguo líder del ERP calculó que en la nueva situación el electorado preferiría a una izquierda social demócrata que a los duros que se quedaron con la marca FMLN. Y si aparte de eso tenía apoyo del mismo partido gobernante para lograrlo, pues mejor.

Error de cálculo. El pacto de San Andrés, intercambiar apoyo a nuevos impuestos por concesiones gubernamentales fue un suicidio político. El proyecto, con el nombre de Partido Demócrata, PD, sólo obtuvo 13 mil votos en las elecciones de 1997 y desapareció.

Otros intelectuales moderados que militaron tanto en las FPL y el PCS se apartaron, por otras razones. La derrota electoral de 1999, en las que corrió Facundo Guardado como candidato, marcó la supremacía completa del Partido Comunista y las FPL en el FMLN. La danza de los millones del ALBA le daría otra vuelta de tuerca a esta historia. (Continuará).

* Columnista de El Diario de Hoy. marvingaleasp@bysidesv.com