Fortalecimiento del dólar. Augurios buenos y malos

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El defensa de ??guila se sumará a los entreno de la Selecta este domingo, y finalizarán el miércoles. Foto EDH

Por Por Ricardo Esmahan*

2014-12-15 5:00:00

Recientemente escribí una columna titulada: “Fortalecimiento del dólar. Un buen augurio“… Pero llaman mi atención las opiniones de unos expertos que afirman que existe la posibilidad de que la apreciación del dólar pueda desencadenar una próxima crisis financiera global.

El fortalecimiento del dólar frente a políticas monetarias divergentes en la economía global, puede tener un profundo impacto en las economías de mercados emergentes. Por ejemplo, se podrían exponer las vulnerabilidades financieras ya que muchas empresas en los mercados emergentes mantienen grandes pasivos en dólares de los Estados Unidos de América. Una depreciación continuada de monedas locales frente al dólar podría reducir la solvencia de muchas empresas, lo que podría inducir un endurecimiento de las condiciones financieras que enfrentan.

Es más, ya se han generado condiciones para provocar un colapso en una serie de mercados emergentes frágiles si el dólar se mueve modestamente más alto, aunque no se ha podido cuantificar el tamaño real de pasivos que podría venir a generar esta situación.

La economía global cuenta con varias velocidades y dinámicas, las cuales están dominadas por cuatro grupos de países.

El primer grupo, dirigido por los Estados Unidos. Estos experimentarán una mejora continua en el desempeño económico. Sus mercados de trabajo se hacen más fuertes, con creación de empleo acompañado por la recuperación de salarios. Los beneficios del crecimiento económico se distribuirán de forma menos desigual que en los últimos años.

El segundo, liderado por China. Este grupo se estabilizará con tasas de crecimiento más bajas que los promedios históricos recientes. Sus políticas buscan reorientar gradualmente sus modelos de crecimiento para hacerlos más sostenibles. Trabajan para profundizar sus mercados internos, mejorar los marcos regulatorios, potenciar el sector privado y ampliar el alcance de la gestión económica basada en el mercado.

El tercer grupo, liderado por Europa, tendrá que luchar contra el estancamiento económico, desencanto social y con las políticas que en algunos países complican las decisiones de política regional. Con crecimiento anémico, fuerzas deflacionarias y endeudamiento excesivo, estos países obstaculizan la inversión, inclinando la balanza de riesgos a la baja. En las economías más cuestionadas de este grupo, el desempleo, especialmente para jóvenes, seguirá siendo alarmantemente alto y persistente.

El último grupo comprende los países denominados comodines, cuyo tamaño y conectividad tiene importantes implicaciones sistémicas. El ejemplo más notable es Rusia. Frente a una profundización de la recesión económica, el colapso de la moneda, la fuga de capitales y la escasez causada por las contrataciones de importaciones, Vladimir Putin tendrá que decidir si debe cambiar su enfoque hacia Ucrania, comprometerse nuevamente con Occidente para permitir el levantamiento de las sanciones o el construir una economía diversificada más sostenible.

Brasil es el otro comodín notable. La presidenta Dilma Rousseff ha escarmentado con su casi derrota en las elecciones presidenciales recientes y ha señalado su disposición para mejorar la gestión macroeconómica, incluyendo el resistir una recaída en el estatismo, los beneficios potenciales, los que palidecen frente a sus daños colaterales y consecuencias no deseadas. Brasil podría ser que se uniese a México en el amarre de una fórmula más estable para América Latina el próximo año, ayudando a la región a superar los efectos perturbadores de una economía venezolana desequilibrada por los bajos precios del petróleo.

Para Estados Unidos, la combinación de una economía más fuerte y una política monetaria menos acomodada, le pondrá presión al alza del tipo de cambio, que ya se ha apreciado significativamente frente al euro y el yen.

Con algunos otros países que estén dispuestos a permitir que sus monedas se aprecien, la tendencia del dólar hacia la apreciación se mantendría fuerte y de base amplia. Inminente.

* Colaborador de El Diario de Hoy.

resmahan@hotmail.com