La izquierda que no fue

descripción de la imagen

Víctor Merino y Odir Flores en el entreno de este miércoles en el Calero Suárez. Foto EDH

Por Por Marvin Galeas *

2014-12-17 5:00:00

Las Fuerzas Populares de Liberación, FPL, nació de una división dentro del Partido Comunista, PC. Una parte importante de éste creía que había que pasar de inmediato a la lucha armada para conquistar el poder político. Y una vez en el poder, comenzar a construir el socialismo con la hegemonía de los obreros y los campesinos, aunque sin desechar el concurso de otras fuerzas llamadas progresistas.

Las FPL, a pesar de la escisión seguía siendo fiel al modelo marxista leninista y a la Unión Soviética como el modelo político, económico y social por construir. La diferencia con el PC, no era ideológica ni política. La discusión giró siempre en torno a los métodos de lucha. Las FPL construyó, además de una eficiente estructura armada, un poderoso movimiento de masas, sin duda el más grande en la historia del país: El Bloque Popular Revolucionario, BPR.

Coincidiendo en el tiempo, surgió El Grupo. Sus fundadores a diferencia de las FPL, donde había una importante participación de maestros, obreros, sacerdotes radicalizados e intelectuales marxistas, eran jóvenes procedentes de la juventud demócrata cristiana, organizaciones católicas y de la universidad nacional.

Tras el secuestro y asesinato de Ernesto Regalado Dueñas, El Grupo se hundió en la parálisis y el ostracismo hasta reaparecer en 1972, dando muerte a dos agentes de la Guardia Nacional con el nombre de Ejército Revolucionario del Pueblo. ERP. Esta organización político-militar se consideraba a sí misma como una nueva izquierda. En sus documentos hizo fuertes críticas a la Unión Soviética y al mismo Partido Comunista Salvadoreño.

Tras el asesinato del Poeta Roque Dalton, un grupo de dirigentes y militantes del ERP, se separaron de esa organización y fundaron la Resistencia Nacional, RN. Roque Dalton había criticado la tendencia militarista y aventurera de los máximos jefes. La respuesta fue la acusación al poeta de provocar división y hasta de ser miembro de la Agencia Central de Inteligencia, CIA.

La absurda acusación y el asesinato de Dalton fomentaron la percepción en el PCS, Las FPL y la izquierda mundial, entre ellos conocidos intelectuales de que el ERP era justamente una organización militarista, aventurera e incluso de estar “infiltrada por el enemigo”. Durante varios meses se desató una guerra a muerte entre los miembros del ERP y la RN.

Ya en 1973, de El Grupo se habían separado importantes cuadros políticos, entre ellos el doctor Fabio Castillo Figueroa y Francisco Jovel, quienes fundaron la Organización Revolucionaria de los Trabajadores, que en 1979, adoptó el nombre de Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos. PRTC.

Cada una de estas tres organizaciones, que se autoproclamaban de nueva izquierda creó sus propias estructuras armadas y sus propios frentes de masas. Por tal razón, la historia de la revolución salvadoreña se pierde a veces en un mar de letras y diversas organizaciones.

Lo cierto es que a finales de la década de los Setenta, había en el país cinco organizaciones guerrilleras con sus respectivos frentes de masas que, tras el triunfo de los andinistas y la caótica situación interna, tenderían a unirse en un solo frente de lucha. Vale apuntar que la última organización en dar el salto a la lucha armada fue el Partido Comunista.

Alentados por el ejemplo de la unidad entre las tres tendencias del Frente Sandinista y las presiones de Fidel Castro, las cinco organizaciones guerrilleras se unieron, por fin, y fundaron, en octubre de 1980, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Los aparatos político-militares más poderosos dentro de esa unidad eran las FPL y el ERP, ambos representantes de dos visiones de izquierda que en el fondo tenían tantas coincidencias como diferencias.

La presión de la guerra, sin embargo, acentuó las coincidencias y atenuó las diferencias pero no las eliminó. Tras los acuerdos de paz, se produjo el efecto contrario. Se acentuaron las diferencias y se atenuaron a tal punto las coincidencias que prácticamente desaparecieron. Podría decirse, que luego de un vertiginoso proceso lleno de intrigas y traiciones, el ERP, la RN y el PRTC surgidas de El Grupo, colapsaron. EL FMLN quedó totalmente en manos del PCS y las FPL. (continuará)

* Columnista de El Diario de Hoy. marvingaleasp@hotmail.com