Cáncer de mama. Ciencia y experiencia

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PNC investiga ataque armado en Popotlán, de Apopa.

Por Por Luis Fernández Cuervo*

2014-11-02 5:00:00

Al estudiar la génesis del cáncer de mama y su relación con los abortos provocados y los anticonceptivos hormonales, conviene saber como es el funcionamiento de la glándula mamaria en las mujeres. El tejido mamario contiene cuatro tipos de células glandulares: Tipo 1 – presente en el nacimiento; Tipo 2 – formadas durante la pubertad, cuando los niveles de estrógeno aumentan y comienzan a desarrollarse los senos; Tipo 4 – que producirán la leche materna y Tipo 3 – que se forman después que las del Tipo 4 dejan de producir leche.

Tan pronto como se produce la concepción, el embrión segrega la hormona gonadotropina coriónica que causará que los ovarios de la madre produzcan más estrógeno y progesterona, lo que a su vez hacen que los pechos crezcan tan rápido que alcanzan el doble del volumen en 20 semanas. Obviamente lo que crecen son las células del tipo 1 y 2 que son propensas a cancerizarse. Después de 32 semanas, los tipos 1 y 2 maduran en Tipo 3 y 4 lóbulos, en preparación para la lactancia. Las células del tipo 4 y 3 son inmunes a cancerizarse. Lo que da un resultado claro: las mamas están hechas para la lactancia y cuando los embarazos llegan a término y después, las madres alimentan a sus hijos con su propia leche, es difícil que padezcan cáncer de mama. Y con cada nuevo hijo, más protección contra ese tipo de cáncer.

Decenas de estudios desde la década del 50’s han establecido nexos entre el aborto y el cáncer de seno, variando entre el doble de riesgos en adolescentes hasta un riego incalculablemente alto de cáncer de seno en mujeres que se han sometido a un aborto antes de los 18 años. Pueden encontrarse en la Coalition on Abortion/Breast Cancer (ABC). excelentes artículos de Joel Brind, Ph.D., del Baruch College, City University of New York. Pilar G. Vallejo y su No Más Silencio España, colaborando con esta Coalición de Estados Unidos, señala la gravedad del caso para la salud de la mujer que según ella, “está siendo ocultado a las mujeres por motivos ideológicos, lo cual supone un grave atentado contra la salud pública“. Exige que esta información sea del dominio público y se someta al consentimiento informado de las mujeres que desean abortar. Y en su página web de www.nomassilencio.com piden la colaboración de toda la sociedad para acabar con la actual epidemia de cáncer de mama y otras graves secuelas del aborto provocado, como lo es el suicidio, los trastornos mentales, las malformaciones en hijos posteriores, la esterilidad y una larga lista de patologías personales y sociales que están proliferando.

En mi trabajo como patólogo tuve un triste caso de una adolescente de 14 años que el jefe del Servicio de Patología quería diagnosticarlo como cáncer. Le pedí que me dejara ver las preparaciones histologicas y comprobé unas alteraciones de mastopatía fibroquistica con alteraciones nucleares muy cercanas al cáncer. Le dije al jefe que le preguntara a la paciente si estaba usando píldoras anticonceptivas. Me contestó que ¡cómo va estar usando eso, si es una chiquilla! Yo le insistí. Habló con ella y comprobó que sí estaba usándolas. No creo que el jefe la convenciera de que dejara de tomarlas. Y es evidente que si todavía no tenía cáncer le faltaba muy poco para dar el salto de esa displasia glandular a un verdadero cáncer.

Y es que “La primera víctima en tiempo de guerra es la verdad”. Así lo dijo el senador Hiram Johnson hace un siglo y sus palabras siguen siendo ciertas hoy. Estamos en guerra declarada de la cultura de la muerte contra la civilización cristiana y su batalla central es la del aborto legal o la de los microabortos de los anticonceptivos. Con ambos se atenta contra la maternidad, la paternidad, la familia, la paz social y la esencia misma de una humanidad honesta, normal y feliz.

*Dr. en Medicina.

Columnista de El Diario de Hoy.

luchofcuervo@gmail.com