Con su más reciente resolución, la Sala de lo Constitucional habilitó la posibilidad del voto cruzado en las elecciones de diputados, dándole operatividad a lo que antes sólo era una aspiración en nuestra Constitución, el voto verdaderamente libre. Son excelentes noticias y deberíamos considerarlo un hito progresista en nuestra historia democrática.
Independientemente de la manera en que se determine la contabilización de los votos a través de la legislación adecuada, a la ciudadanía le compete ahora ponerse a trabajar, con este regalo del voto libre, viene también la parte incómoda pero ineludible de la libertad: la de la responsabilidad. Si realmente queremos que el voto cruzado sirva para mejorar las propuestas de los candidatos a través de la competencia, tenemos que exigir propuestas de calidad, informarnos de la mejor manera posible y de manera competente, comparar las propuestas de las campañas electorales.
El voto cruzado vendrá a fortalecer varias de las ventajas que ya habíamos logrado con el voto por cara, como por ejemplo, la capacidad de exigir rendición de cuentas a nuestros representantes. Sin embargo, si queremos realmente mejorar la rendición de cuentas en la Asamblea Legislativa, debemos votar para premiar a los que defienden nuestros valores y representan nuestros principios con sus acciones legislativas, y castigar a aquellos que violan el contrato democrático votando en madrugones, despilfarrando nuestros impuestos en fiestas, cambiándose de partido, negociando de manera poco transparente y buscando la manera de serruchar nuestra institucionalidad a través de estrategias legislativas al estilo del decreto 743 con el que se pretendía debilitar a la Sala de lo Constitucional.
Ahora, a través del voto cruzado, se fortalece nuestra capacidad de castigar a las cúpulas partidarias que consideramos poco transparentes. Es necesario que veamos las elecciones como una manera de obligar a la renovación de ideas, regalándole su tan merecido retiro a los diputados que ya contribuyeron todo lo que podían (#DesempleaATuDiputado). Si ejercemos el voto cruzado de manera responsable fortaleceremos el pluralismo político y obligaremos a los diputados que deseen otro período a justificar sus votos con argumentos razonados y apegados a los principios que prometieron representar.
En ese sentido, ahora es más importante que nunca estar informados de lo que sucede cada semana en la Asamblea y estar al tanto de cómo votan nuestros representantes. Impulsos como el de CREO, que con su publicación “Jueves de Plenaria” cada semana resumen en redes sociales lo ocurrido durante las plenarias legislativas, son un ejemplo de herramientas de enorme utilidad para el ciudadano responsable, o que deberían inspirar el surgimiento de nuevas iniciativas que faciliten el ejercicio de nuestro rol de verdaderos auditores del proceso democrático y el de guardianes de nuestra institucionalidad. Respondamos a este aumento en nuestra libertad de elegir aumentando nuestra responsabilidad ciudadana.
*Lic. en Derecho con maestría en Políticas Públicas de Georgetown University.
Columnista de El Diario de Hoy.
@crislopezg