El mundo digital es otro de los grandes desafíos de la prensa

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Foto Por edhdep

Por Por Ricardo Chacón *

2014-10-25 6:00:00

Lidiar con los políticos y las tentaciones de aquellos que quieren coartar la libertad de prensa es una tarea permanente, pero no es este el único desafío que tiene la prensa de hoy, el mundo de lo digital es otra dimensión que ha puesto a la industria periodística en alerta.

Una cita del periodista español, Gumersindo Lafuente, resume en gran medida lo que quiero plantear este día: “Si hay un futuro para el periodismo y para los periodistas, es digital, pero no sabemos si dentro de otros quince años existan los medios ni si sobrevivirán las cabeceras, algunas más que centenarias, que hoy conocemos. Lo que sí vamos teniendo es la intuición de que el papel de los periodistas seguirá siendo importante, pero en un entorno en el que no dejan de crecer las exigencias de rigor y compromiso hacia unas audiencias que cada día tienen a su alcance más herramientas para auditarnos”.

Y es que el periodismo, en el modelo que se ha venido desarrollando en los últimos dos siglos, pareciera que está en cuestión, y que se genera, como lo dice el mismo Lafuente, un ambiente de incertidumbre permanente, por los acelerados cambios que se operan en el mundo digital: primero Internet y la web, ahora las redes sociales, más adelante la virtualización de la realidad y todo esto ha ocurrido en pocos años. Además, los cambios tecnológicos se producen cada vez más rápidamente y llegan a las audiencias en forma masiva, tal como ocurre con los ahora llamados teléfonos inteligentes.

“Seamos brutalmente claros: la clara dirección para la industria periodística es digital. No hay una sola excepción en el planeta. La única cuestión es el tiempo”, lo dice sin tapujos el director ejecutivo de la Asociación Internacional de Medios Periodísticos, Earl J. Wilkinson.

Estoy convencido, y lo digo sin miedo a equivocarme, que la prensa y la labor del periodista tienen un lugar determinante en este nuevo ecosistema tecnológico; probablemente sus rutinas de trabajo se modificarán profundamente, incluso las empresas de medios tendrán que reconvertirse a fondo, pero la institución prensa, seguirá siendo no solo clave, sino también fundamental; el filósofo, escritor y periodista español Fernando Sabater lo dice con la claridad que le caracteriza: “El periodismo no solamente es una técnica. También es una ética y una estética. Es ética, técnica y estética de la transmisión de la verdad, de la revelación de la verdad, y eso no se improvisa. Debe sobrevivir el periodismo como una técnica, como una forma de jerarquizar, organizar, distribuir, interpretar y racionalizar las noticias”.

En este sentido, y avanzo en mi exposición, la labor de la prensa es tan actual y tan relevante, no obstante los avances propios de la llamada revolución digital; ahora bien, esto plantea, al menos, dos grandes desafíos: Uno, reconvertirnos como empresa y como profesionales para hacernos no solo más eficientes, sino además volvernos más interesantes para las audiencias que se informan a través del teléfono, la tableta o la computadora. El mundo digital ha venido para quedarse, no es una moda, sino una realidad.

Y esto implica, desde repensar la forma de contar las historias, cómo presentarlas con un diseño interesante y también cómo distribuir las publicaciones, hasta cómo financiarlas donde juega un papel relevante el evaluar el modelo publicitario existente.

El perfil del nuevo periodista, además de seguir siendo un profesional que maneja el lenguaje, usa las herramientas de las ciencias sociales para investigar y posee un alto grado de conciencia ética, debe conocer y utilizar el mundo de la Internet, las redes sociales y la virtualización de la realidad. Incluso, su manera de cubrir los hechos noticiosos ha cambiado, debe utilizar Twitter por no decir saber escribir, narrar y contar las historias en televisión.

Dos, conocer a fondo nuestras audiencias y ver el impacto que tiene en cada momento del día, la información que se consume; esto implica el conocer, por ejemplo, el uso y consumo de las redes sociales y el efecto que tiene en la vida cotidiana de las personas.

Ahora es cada vez más frecuente, sobre todo entre los jóvenes, la comunicación a través de los teléfonos inteligentes; se informan con estos aparatos y, por lo general, ellos mismos se convierten en generadores de hechos noticiosos y de opinión, antes reservados al periodismo informativo y de criterio.

*Editor Jefe de El Diario de Hoy.

ricardo.chacon@eldiariodehoy.com