Recientemente escribí sobre el sentir de la mayoría de alcaldes sobre el tema de la conformación de los Concejos Plurales, con la participación en los gobiernos locales de todos los partidos políticos en contienda en dependencia de los resultados electorales, quienes en privado no muestran optimismo alguno en este paso a la consolidación de la democracia. El temor expresado es que los concejales que se incorporen de los partidos minoritarios lleguen a obstruir el trabajo municipal para hacer quedar mal a sus adversarios políticos.
Pero independientemente de esos miedos, el nuevo mecanismo para la composición de los Concejos Plurales se encuentra vigente y todo indica que será aplicado el 2015.
La semana pasada alcaldes de diferentes partidos, a excepción del FMLN, expresaron sus intenciones de postergar su puesta en vigor por medio de la Asamblea Legislativa, argumentando que existen muchas dudas sobre su viabilidad práctica. Aseguran que la Constitución de la República no dice nada sobre la pluralidad partidaria en los concejos y centran expectativa en que se demande la inconstitucionalidad esperando se resuelva de manera “favorable”.
Esta reforma para conformar Concejos Plurales pretende romper la tradición unipartidista al mando de los gobiernos locales. Pretende dar paso a una nueva conformación política de mayor representatividad, gracias a la inclusión del ganador y de representantes de otros partidos políticos contendientes en la conducción de la comuna. Se considera que el nuevo mecanismo contribuirá a la modernización del sistema político que estimule la participación ciudadana en la solución de problemas y el desarrollo de la comunidad, fortaleciendo la institucionalidad municipal y como resultado una democracia de mayor calidad.
Para su logro, lo importante debería ser buscar acuerdos y enfocarnos con visión de país sobre este tema. Impulsar acciones para fortalecer el conocimiento en los partidos políticos, líderes locales y concejos actuales, mediante actividades de capacitación para una aplicación efectiva del nuevo mecanismo a fin de valorizar sus funciones y proveer oportunamente a las municipalidades de la información suficiente y veraz con asistencia técnica para la toma de decisiones sobre las visiones ideológicas y partidarias.
La conformación matemática en estas decisiones se puede ejemplificar con escenarios de resultados electorales del 2012. Tomemos de ejemplo Santa Tecla, cuyo Concejo tiene 14 concejales propietarios y cuatro suplentes. En esa elección se emitieron 60,276 votos validos, la coalición FMLN-CD superó en ese entonces el 50% de los votos; con lo cual, se hubiese hecho acreedora de los cargos de alcalde y síndico del municipio. Para la asignación de regidores, se calcula el cociente electoral_dividiendo el total de votos válidos entre los_12 regidores restantes, resultando un cociente de 5,023 votos. La coalición FMLN-CD logró votos 7 veces el cociente y el partido ARENA 4 veces; aún faltaría 1 regidor por asignar, correspondiéndole al partido GANA que reportó el residuo mayor. De esa forma, si en 2012 hubieran estado vigentes los Concejos Plurales el gobierno de Santa Tecla hubiera sido así: FMLN-CD con 9 propietarios y 3 suplentes (incluyendo al alcalde y el síndico), ARENA con 4 miembros y 1 suplente, y GANA con un concejal.
En el caso de San Salvador, con 14 concejales propietarios y 4 suplentes, el partido ARENA contaría con 10 propietarios (incluyendo al alcalde y síndico) y 3 suplentes, el FMLN con 4 propietarios y 1 suplente.
Soyapango, ARENA con 8 propietarios y 2 suplentes, el FMLN se adjudicaría 5 concejales propietarios y 1 suplente y GANA 1.
Estos escenarios nos dicen que es irrelevante una cláusula de gobernabilidad, ya que la sola distribución proporcional de los regidores y la designación del alcalde y síndico, otorgan al partido mayoritario gobernabilidad. La ciudadanía que votó por otros partidos legitima el Concejo.
* Colaborador de El Diario de Hoy.
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