Madre salvadoreña: ¿Quieres permiso para matar a tu bebé?

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció hoy el acuerdo con Panamá, en virtud del cual su gobierno saca a Panamá de la lista de paraísos fiscales.

Por Por Patricia Carolina Flores de Fortín*

2014-10-22 5:00:00

Fuerzas internacionales poderosas, como Amnistía Internacional, la ONU, la OEA, en complicidad con algunos medios extranjeros como BBC, NPR, El País, entre otros, quieren imponer a pura coacción, mentiras y amenazas, la legalización del asesinato de los niños salvadoreños no nacidos. Atropellan nuestra dignidad, irrespetan nuestra soberanía, nuestros valores. Sobre todo atentan contra el derecho a la vida de esos seres humanos, derecho fundamental establecido en nuestra Constitución. El Estado, garante de esas vidas, debe responder apropiadamente.

CASI 100% DE LOS SALVADORE??OS NOS OPONEMOS AL ABORTO, según las encuestas (JBS 2012, UCA 2012). Más de 500,000 firmas presentadas a la Asamblea Legislativa solicitaron que se eliminaran las excepciones contempladas en el antiguo Código Penal. Eran la excusa legal para que se practicaran abortos por cualquier causa. Las clínicas de aborto tuvieron que cerrar.

¿Las madres salvadoreñas piden que se legalice el aborto? ¡De ninguna manera! Lo piden los extranjeros y pequeñas agrupaciones que reciben fondos del exterior.

Mujer salvadoreña, llevas en tu vientre a tu pequeño hijo. Está creciendo dentro de ti. Es probable que enfrentes penosas dificultades; que el padre del bebé te haya abandonado, que no cuentes con suficientes medios para subsistir, que tu bebé tenga alguna malformación, que sea fruto de un desliz, o peor aún, de una violación, o que tengas un serio problema de salud. Podría ser que con entendimiento nublado por la gravedad de tus problemas, pienses que vas a encontrar solución procurándote un aborto. Acudes a un centro en donde te explican que hay riesgos para tu salud física y emocional. Te enseñan la imagen de tu bebé por ultrasonografía, lo ves moverse de un lado a otro. Luego te muestran cómo se efectúan los procedimientos de aborto. Puedes ver cómo bracitos y piernitas son arrancados por los instrumentos y luego la cabecita aplastada. Te horrorizas y exclamas “¡Yo no sabía!”. Tú no buscabas asesinar a tu hijo.

Ahora que sabes, sales decidida a luchar por ese niño, a dar tu vida por él. En el peor de los casos, decides darlo en adopción, pero no lo matas. EL 97% DE LAS MUJERES QUE SOLICITAN UN ABORTO, AL MOSTRÁRSELES LA VERDAD, DECIDEN TENERLOS.

Tienes suerte de vivir en un país que protege la vida. En otros países, al acudir a una clínica de abortos, se aprovecharían de ti. Te engañarían asegurándote que el aborto es seguro, que el bebé es una masa de células. Si te practicaran el aborto, te pegará la realidad. Podrán presentarse complicaciones físicas. Tampoco escaparás del dolor de haber terminado con la vida de tu bebé; pesadillas, culpa, conflictos internos, baja autoestima, depresión, colapso nervioso, entre otras manifestaciones del síndrome postaborto.

La mal llamada solución produjo un bebé muerto y una madre dañada ¿Es esto lo que queremos para El Salvador? ¿Una sociedad enferma, fría, insensible, desnaturalizada? ¿No es eso lo que observamos en esos países que nos presentan como ejemplo de modernidad? ¿Vamos a permitir que nos vengan a imponer sus estilos de vida? ¿Que vengan a instalar sus clínicas y hacer negocio con la sangre de los inocentes?

Esperamos que los diputados reaccionen y defiendan lo más precioso que tenemos, el derecho a la vida y el respeto a la dignidad de toda persona humana desde el momento de la concepción.

*Colaboradora de El Diario de Hoy.