Notoria honradez e instrucción

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Vladimir Orellana, al centro, en una prueba pasada.

/ Foto Por EDH/Archivo

Por Por Juan Valiente*

2014-09-16 5:00:00

ARTÍCULO 126.- Para ser elegido diputado se requiere ser mayor de veinticinco años, salvadoreño por nacimiento, hijo de padre o madre salvadoreño, de notoria honradez e instrucción y no haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la elección.

Es fácil demostrar que uno es salvadoreño por nacimiento. También puede demostrarse que uno no haya perdido sus derechos como ciudadano en los últimos cinco años. ¿Pero cómo evaluamos los criterios de “notoria honradez e instrucción” que los constituyentes también establecieron como requisitos para poder optar a ser diputado? Al final uno se convierte en diputado si, al cumplir con estos requisitos, es elegido por la ciudadanía en elección popular. Es criterio de la ciudadanía decidir sobre el cumplimiento de dichos requisitos y obligación de todos los que aspiramos a ser diputados a compartir suficiente información para que dicha evaluación pueda llevarse a cabo.

Nací en San Salvador un 20 de julio de 1961, de padre y madre salvadoreños. Nunca he perdido mis derechos ciudadanos. Gracias a Dios y al esfuerzo de mis padres, soy profesional en las áreas de administración de empresas e informática a nivel de maestría. He trabajado en el país en varias empresas desde 1988 cuando regresé de Estados Unidos. Mi participación política directa inició como generador de opinión. En el 2009 decidí participar más activamente convirtiéndome en columnista de El Diario de Hoy. Han sido casi seis años de presencia semanal estudiando y comentado sobre las diferentes temáticas que nos afectan y sobre el actuar de los políticos del país. Estoy listo para servirle a mi país y estoy seguro que no los defraudaré. Ese es mi reto y mi sueño, que Uds. se sientan orgullosos del trabajo realizado.

Desde finales de los años 80 comencé a colaborar con el Centro de Apoyo a la Lactancia Materna (CALMA), llegando a ser presidente. De similar manera llegué a la presidencia de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI), una ONG involucrada en programas de microcrédito, vivienda y desarrollo local. Desde entonces mi participación en organizaciones de servicio social ha sido permanente. Soy socio fundador del Museo de los Niños Tin Marín, de la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS) y de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).

Actualmente sirvo como secretario general del Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas (ISEADE) de la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE). Soy miembro activo de Club Kiwanis Los Robles donde por más de diez años hemos organizado jornadas médicas y hemos donado aproximadamente dos mil sillas de ruedas. Actualmente funjo como presidente de la Academia Británica Cuscatleca. Todo este servicio ad honorem por supuesto.

Con especial orgullo tenemos más de 15 años de pertenecer con mi esposa Claudia al Movimiento de Encuentros Conyugales de la parroquia Cristo Redentor y de trabajar por la evangelización de la familia salvadoreña. Nos motiva especialmente servirle a matrimonios que no han tenido el privilegio de conocer al Señor y que no buscan en el Evangelio la motivación para construir felicidad como cónyuges y como padres de familia.

Quiero ser diputado para servir a mi país. Quiero ser ejemplo para los jóvenes que están perdiendo la esperanza. Quiero contribuir a iniciar una nueva era política en El Salvador. ARENA abrió un proceso de elecciones internas que permitió que haya decidido dejar la comodidad de las graderías y diera un paso adelante. La oferta electoral de ARENA ha sido enriquecida por muchas personas de la sociedad civil que han dado el paso de la vida profesional, empresarial y de servicio a la vida política. Ese es mi caso y espero que gracias a Uds. pueda convertirme en diputado de la República.

*Columnista de El Diario de Hoy.