Salvadoreños de corazón

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Una maleta que tenía restos humanos en su interior fue hallada en las cercanías del estadio Cuscatlán.

Por Por Juan Valiente*

2014-09-02 5:00:00

Delmy Duarte debería ser un nombre ya reconocido por todos en el país. Fue seleccionada por votación ciudadana como la “Salvadoreña comprometida 2014” en el concurso promovido por Fundación TCS. ¿Y qué la hace especial? Delmy beneficia a jóvenes universitarios de escasos recursos en Santa Ana, dándoles un lugar donde vivir de forma gratuita, mientras terminan su carrera. Y nos dice: “Nuestro país nos necesita y con poco podemos hacer mucho”.

Si todos los salvadore?ños pensáramos como Delmy y actuáramos como Delmy, El Salvador sería diferente. No importa dónde vivamos. Siempre hay algo que podamos hacer y, aunque hagamos poco, el impacto normalmente será mucho. ¿Dónde está tu responsabilidad personal por salir adelante contribuyendo con los demás?

Somos buenos en buscar a quién echarle las culpas. Y con gobiernos como este nos la ponen fácil. Sólo lean las estadísticas de opinión pública recientes. Pero los salvadoreños de corazón no nos quedamos con los brazos cruzados. Los salvadoreños de corazón damos un paso al frente y contribuimos. Nos hacemos responsables de nuestro pedazo, nos vinculamos con otros para que entre todos hagamos de El Salvador un mejor país. ¡Y se puede!

Veamos a Delmy. Una catedrática de la Universidad de El Salvador en la filial de Santa Ana. Con mucho esfuerzo logró finalmente completar su sueño de estudiar una carrera universitaria. Con dos hijos. Testigo de las dificultades que muchos jóvenes con deseos de superación y capacidad enfrentan para poder estudiar, especialmente de cantones y caseríos de los tres departamentos del occidente del país.

Fácilmente podemos imaginarnos a Delmy continuando su vida y dedicándose de lleno a sus hijos. Pero no. Hay algo en el corazón que mueve a Delmy a decidirse a cambiar la realidad. Alquila una casa con sus propios recursos y abre las puertas a 16 jóvenes para que logren realizar su sueño. Pero además les enseña obligándolos a cumplir con una normativa de convivencia, a organizarse como directiva, a ser honrados y a dar resultados. Deben obtener una nota mínima y realizar trabajo social en sus comunidades.

El ejemplo de Delmy Duarte revela toda la potencialidad del individuo cuando decide hacerse responsable de los problemas de la sociedad, de los problemas de los demás. A veces se nos olvida que los problemas sociales tienen rostro y tienen nombre y apellido. Cuando hemos conocido a la persona detrá de la estadística, ya no podemos continuar siendo indiferentes. Tal como lo mencionó el presidente de TCS, Juan Carlos Eserski, “la idea es enseñarle al pueblo salvadoreño que en realidad existe gente comprometida con las personas más necesitadas. Es un orgullo poder transmitir estas historias y este tipo de programas para que los salvadoreños se den cuenta que hay gente maravillosa en este país”.

Todos los salvadoreños estamos llamados a hacernos responsables de nuestros compatriotas y de nuestros semejantes. Incluso los políticos o, mejor dicho, especialmente los políticos debemos trabajar de la mano de nuestra gente para salir adelante. Ya no se trata de distribuir camisetas. Se trata de construir condiciones para el éxito. Se trata de aportar el elemento clave para frenar el círculo maligno de la pobreza. Se trata de ya no ser sólo uno, sino convertirnos todos en uno para luchar contra la desigualdad, contra la falta de desarrollo, contra la falta de seguridad.

En mi página www.facebook.com/JAValiente pueden encontrar un ejemplo de este tipo de esfuerzos, que se llama “Hacelo por vos”. En lo personal espero dignificar la política con mi ejemplo, un paso que consideré crucial para mi vida y espero que para nuestro país. Pero no todos tenemos ese llamado. El llamado que sí tenemos todos es a convertirnos en ciudadanos responsables. Seamos entonces esos salvadoreños de corazón que tanto necesita nuestra Patria.

*Columnista de El Diario de Hoy.