México en Movimiento

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elsalvador.com

Por Por Raúl López Lira Nava*

2014-09-15 5:00:00

El 16 de septiembre conmemoramos los mexicanos la fecha más importante de nuestro calendario cívico. Hace 204 años, don Miguel Hidalgo llamó a las mujeres y hombres a luchar por la libertad, la independencia y la justicia.

Por eso, ahora evocamos aquel día de 1810 como el momento fundacional del gran país que hoy es México, definido por una riqueza histórica llena de particularidades, que a la fecha fascinan al mundo y contienen una gran significación en el presente.

México es un país con profundas raíces históricas. En nuestro territorio se asentaron diferentes culturas, como por ejemplo los tlaxcaltecas, acolhuas, mexicas y mayas -que terminarían asentándose también en El Salvador como símbolo de nuestra hermandad mesoamericana. Sus ricas manifestaciones culturales, a la fecha, tienen un importante peso en la identidad mexicana.

Nuestro devenir está pleno de episodios que marcan el sentido de nuestra historia; desde la tradición prehispánica hasta los héroes que forjaron la patria, México vive su riqueza a través de los hechos que dotan de sentido nuestra vocación nacional.

Gracias a la gesta de los valientes próceres de nuestra Independencia, hoy México existe. Nuestro alto potencial de desarrollo sería imposible si no se hubieran conjugado todos los elementos que han sido parte de nuestro pasado y aprendizaje.

Con los cimientos que nos diera la Independencia, México se ha erigido como lo que es hoy, una nación que goza de gran prestigio internacional y que se posiciona, cada vez más, como un actor con responsabilidad global y enorme potencial.

Con una economía de 1.26 billones de dólares, es la 2ª más grande de América Latina, la 4ª del continente americano y la 14ª a nivel mundial. Nuestra alta participación en el comercio internacional está respaldada por 10 tratados de libre comercio con 45 países.

Además, 50% de nuestra población tiene menos de 26 años, y la medida de edad es de 29 años, lo que nos permite vislumbrar la continuación de conformación de capitales (económico y humano) para la innovación, desarrollo y liderazgo.

Inmersos en un increíble proceso de modernización, hoy además de nuestros próceres, también celebramos al héroe colectivo, que está dándole a México los cambios de marco jurídico, de infraestructura y de actitud de trabajo que nos permiten construir la realidad que queremos.

México es un país en movimiento, que ha comprendido que las aspiraciones imposibles son una necesidad ineludible y se ha atrevido a cambiar, para mejorar y crecer por el bien común.

Los proyectos, que antes parecían utópicos, son ahora una oportunidad para la inversión. Varias de las reformas estructurales alcanzadas en los últimos dos años tienen como objetivo elevar nuestra productividad.

La reforma energética abre el sector a la competencia, para ampliar la producción de hidrocarburos en el país, permitiendo que empresas privadas -nacionales y extranjeras- participen en la exploración y explotación de petróleo y gas natural, así como en la generación de electricidad.

La reforma en materia de competencia económica impulsa un mercado interno más competitivo, justo y transparente, que se traduce en mayor productividad para las micro, pequeñas y medianas empresas.

La reforma de telecomunicaciones y radiodifusión fomenta la competencia en este tipo de servicios, abriendo sectores clave como la comunicación satelital y la radiodifusión en pro de su desarrollo.

La reforma hacendaria ofrece incentivos adicionales a emprendedores y pequeños productores para facilitar su consolidación. Y la reforma financiera, cuyos objetivos son dar más crédito y más barato, fomenta la competencia en el sector para detonar el crecimiento de los sectores productivos.

La historia de nuestro país, además de ser la ruta de nuestra identidad, es fuente inagotable de conocimiento e inspiración para la construcción de un proyecto nacional que, aunque avanzado, aún no está terminado, y que buscamos proyectar, cada vez más, hacia el crecimiento, el desarrollo y la responsabilidad global.

Que viva, pues, la Independencia y que viva México.

*Embajador de México en El Salvador.

@rlopezln