La deuda de ARENA

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La devoción de los feligreses al patrono es vivencial.

Por Por Teresa Guevara de López*

2014-08-02 6:00:00

Se ha dicho que ARENA perdió la elección presidencial en 2009, por un turbio arreglo entre Saca, el FMLN y Funes, cuyo gobierno desastroso presagiaba una merecida derrota el 2014. Pero contra todo pronóstico, los 10 puntos de diferencia que el Frente sacó el 2F, fueron el veredicto condenatorio del pueblo para el triste papel que ARENA desempeñó como oposición en el quinquenio del desastre.

Pero en el tiempo transcurrido entre la primera y segunda vuelta, y a pesar de la falsa y demoledora publicidad gubernamental, los ciudadanos actuaron con madurez, y en lugar de votar con el hígado contra ARENA, olvidaron resentimientos y se logró un repunte histórico que dejó la elección de Sánchez Cerén con muchos cuestionamientos.

Ese 5M, ARENA contrajo una deuda moral con miles de salvadoreños, que a pesar de no simpatizar con el partido, quisieron darle una nueva oportunidad, con tal de no seguir bajo la ideología roja. Y esa deuda, al no alcanzar la presidencia, debería pagarse constituyendo una ejemplar oposición en la Asamblea. Lamentablemente, en estos meses transcurridos, la actuación de ARENA deja mucho qué desear, olvidando que es la única esperanza que el país tiene para salir del caos, y no caer en el totalitarismo.

La bancada tricolor en la Asamblea, no ha marcado una diferencia notoria con la falta de ética del FMLN y sus seguidores. Votaron a favor del 743, aunque luego se retractaron ante el justísimo rechazo de la sociedad civil. Aceptaron regalarse computadoras personales, y uno de ellos justificó que “aunque él ya tenía dos, no le afectaba que le regalaran otra”, olvidando la austeridad.

Aprobaron aumento de salario, aumentar el número de miembros de la directiva, bonos, recepciones suntuosas, reuniones de comisiones en hoteles de playa, participar en viajes innecesarios. Aceptaron los regalos navideños del presidente Sigfrido, de las obras de arte con destino desconocido, y fueron cómplices en una cantidad de decisiones poco transparentes, pero justificadas como permitidas por el reglamento de la Asamblea o incluidas en el presupuesto.

Aunque hubo voces de rechazo contra un presupuesto con páginas en blanco, no hubo el esperado rechazo al presupuesto siguiente, a pesar de estar totalmente desfinanciado. No ha habido propuestas serias ni audaces, para beneficio del país, que enfrenta una situación económica desesperada. Limitar los viajes, disminuir el número de diputados, permitir a los suplentes ocupar el lugar de los tránsfugas, cumplir con la LAIP y exigir una verdadera política de austeridad.

Gran decepción ha causado el sistema de selección de candidatos para el próximo período legislativo, si los antediluvianos piensan permanecer en su curul hasta que la muerte los separe, y que cínicamente rechacen someterse al proceso de evaluación. ¿Son tan soberbios como para calificar su gestión como excelente, en lugar de retirarse con elegancia, y dar paso a profesionales más jóvenes, con menos experiencia política, pero honestos y entusiasmados por servir a la Patria, con una nueva visión, sin compromisos oscuros, propios de las artimañas del juego político?

ARENA tiene en estos momentos una última oportunidad para rescatar al país, honrando la deuda en mora que tiene con los miles que le dieron su voto el 5M. Es una situación de vida o muerte, ya que de seguir con más de lo mismo, existe la certeza de que tendremos una próxima Asamblea dominada totalmente por el Frente y sus vasallos, preparando el terreno para permanecer en el poder, como lo han anunciado. Y será ARENA la responsable ante la historia de esta traición a la Patria. ¡No lo permitan!

*Columnista de El Diario de Hoy.