¿Nueva oleada de políticos viajeros?

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elsalvador.com

Por Por Rodolfo Chang Peña*

2014-07-20 5:00:00

A estas alturas es posible que estén recibiendo capacitación en idioma Inglés por el método de la “autosugestión” y tal vez etiqueta en 12 lecciones. Comúnmente se identifican porque caen en varias de las situaciones siguientes:

*A pesar de que la línea aérea les advierte oportunamente que no pueden llevar más de 70 libras de equipaje en un máximo de dos valijas y un maletín de mano de 20 libras, siempre aparecen con dos maletas de 70 libras cada una y una enorme mochila de mano.

*Por las dimensiones y peso de las mochilas de mano a menudo tienen problemas para ubicarlas en el compartimiento superior y el sobrecargo se las ingenia para que quepan.

*Cuando les revisan el equipaje con frecuencia transportan ropa de cama y toallas lo que explica su volumen y peso, según parece lo justifican diciendo: “por si hacen falta en el hotel”.

*Al abordar es corriente que tengan dificultades para encontrar sus asientos y ocupan unos que después tienen que desalojar, se levantan de mala gana argumentando que ellos llegaron primero.

*Viajan en pequeños grupos y cuando por alguna razón quedan en asientos separados van conversando aunque hayan dos o tres asientos de por medio.

* Cuando sirven el desayuno al destapar el envase de yogurt lamen la tapadera “para que no se desperdicie”.

*Si se untan los dedos con algún alimento en lugar de limpiarse con la servilleta se los chupan.

*El envoltorio de celofán o plástico de algunas viandas lo rompen con los dientes con la mayor naturalidad.

*Si la azafata les trae una bebida adicional por costumbre le preguntan: ¿Le debo algo señorita?

*No es raro que en los bolsillos de la guayabera o de la chumpa transporten churros, nachos, platanitos o pepitorias, lo que se observa cuando vacían sus bolsillos.

*Cuando les piden quitarse los zapatos, cinturón y que junto a documentos y contenido de bolsillos los depositen en la bandeja, preguntan si se pueden quitar también los calcetines.

*En los aeropuertos norteamericanos donde utilizan un equipo circular de detección y se les pide que levanten los brazos, a menudo se quieren quitar la camisa porque creen que les van a tomar una radiografía de tórax.

*Al usar los servicios sanitarios en vuelo no echan llave a la puerta por dentro, lo que hace que no aparezca el letrero de “ocupado”, situación que con frecuencia provoca “encontronazos”, visiblemente molestos vociferan: “¡Ocupado, ya salgo!”.

Como no saben cómo echar el agua o no leen el letrero que dice “Push”, dejan sucios los servicios sanitarios, lo mismo ocurre con el papel higiénico que lo amontonan a la par de la taza. En líneas aéreas de otras latitudes esta situación la resuelven las azafatas que están pendientes de limpiar los servicios sanitarios y reponer lo que haga falta al menos cada cierto tiempo.

*Los formularios de migración y aduanas que distribuyen con antelación los guardan y se olvidan de ellos, pero cuando el capitán de la nave anuncia que en breves momentos estarán aterrizando, se inician las carretas para conseguir bolígrafos, buscar dónde apoyarse para escribir, sacar y consultar pasaportes, escribir, equivocarse y pedir más formularios.

*Doctor en Medicina. Colaborador de

El Diario de Hoy.