Las armas legales

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Foto Por Agencias

Por Por Mario Vega*

2014-07-09 5:00:00

Después de demostrar en estos artículos de opinión que las armas sí matan y después de, aparentemente, ya no quedar otro argumento en pie que demuestre lo contrario, uno de nuestros lectores partió de esa premisa para expresar: “El problema es con las armas que no están registradas, que están en manos de inescrupulosos”. Para el lector el verdadero problema no es las armas en sí, lo es las armas que no han sido registradas y que, consecuentemente, se encuentran en manos de inescrupulosos. Asume que todas las armas registradas se encuentran en manos de escrupulosos que no las usarán para cometer delitos. Pero la realidad muestra algo diferente.

Estudios realizados por el experto neozelandés Philip Alpers, sobre masacres cometidas en los países desarrollados en los últimos 35 años, muestran que el 86% de los casos fueron cometidos por el propietario legal del arma utilizada. En los Estados Unidos, donde con cierta frecuencia se producen ataques dentro de las escuelas, el 76% de los asesinatos múltiples fueron cometidos con armas registradas y adquiridas legalmente. En un estudio de Gun Control Network sobre los asesinatos múltiples que cobraron arriba de nueve víctimas, desde 1966, muestra que el 100% se cometió con armas legales. Las armas legales no son inofensivas y sus portadores tampoco son tan escrupulosos.

Todas las armas existentes, con excepción de las artesanales, son fabricadas legalmente. Pero luego, las armas llegan a convertirse en ilegales por el contrabando y el robo. De acuerdo al PNUD, en El Salvador, los procedimientos de importación legal de armas tienen muchos vacíos y vulnerabilidades que dan lugar a su hurto y desaparición durante los mismos procesos aduaneros.

Por otra parte, los requisitos para la matrícula y permisos de portación de armas se cumplen de manera irregular o insuficiente, de manera que las personas que desean usar las armas con propósitos delictivos pueden obtener ambos permisos sin dificultad mayor. De todas las personas que, durante el año 2000, usaron armas para defenderse de asaltos o agresiones en más del 65% de los casos la víctima resultó herida o muerta y su arma robada. Las armas son muy apreciadas entre los delincuentes, de manera que muchos asaltos a casas tienen como única meta el hacerse de las armas. Es muy común que los asaltantes desprecien dinero, joyas u otros bienes a fin de hacerse de las armas. Un arma en casa, lejos de ser un disuasivo para los asaltantes se convierte en un estímulo atractivo.

En la socialización histórica que el salvadoreño ha hecho de la violencia, las armas son vistas con toda normalidad, soslayando que se trata de instrumentos de agresión y muerte. Las personas piensan que es una manera legítima de defenderse cuando en realidad sólo están incrementando enormemente la posibilidad de resultar muertos en un eventual ataque y continuar nutriendo de armas a los asaltantes.

De acuerdo al mismo estudio, el 50% de los delitos con armas de fuego que se cometen en El Salvador se han cometido con armas que fueron debidamente registradas. La principal fuente que suple a la delincuencia de armas de fuego son las armas legales. La supresión de las armas legales dará mayor seguridad a las personas honradas y reducirá notablemente el flujo de armas en manos de delincuentes. Los hechos lo demuestran. No a las armas.

*Pastor general de la misión cristiana Elim.