La soberanía de nuestras escuelas

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elsalvador.com

Por Por Marlon Manzano*

2014-07-13 5:00:00

Es importante hacer algunos supuestos claves para analizar la reciente coyuntura de la problemática de los niños migrantes que viajan solos a EE.UU.

Primero, el flujo de niños que viajan solos hacia EE.UU. es un flujo principalmente de México y en segundo lugar del triángulo norte de Centroamérica, o sea, Guatemala, El Salvador y Honduras, pero para efectos de la coyuntura preocupan las cifras de estos últimos tres países. Segundo, la problemática se registra con cifras relevantes desde 2009, por lo tanto no es un problema que surge en 2014. Tercero, las principales causas mencionadas por los informes o actores relevantes de la materia para explicar esta problemática son: pobreza, violencia, pandillas, búsqueda de reunificación familiar, etc. Por lo que podemos decir que todas estas causas han sido parte de la realidad socioeconómica de los tres países en cuestión desde 2009.

Por último, y quizás el supuesto más importante es que el flujo de niños migrantes sin acompañantes adultos ha venido creciendo desde 2009 de manera sostenida. Es acá donde tenemos que poner mucha atención a la recién coyuntura, y es que en términos estadísticos cuando se evalúa una serie de datos o cifras uno puede determinar la tendencia de estas cifras, la tendencia de esta problemática en base a las cifras desde 2009 es que es una tendencia creciente.

Sabiendo que existe una tendencia sostenida y creciente desde 2009 , y que las causas más comunes que explican esta problemática ya existían desde 2009, lo que realmente debe llamarnos la atención es ¿por qué hasta ahora es que ha tomado relevancia mediática la problemática? La respuesta también se podría explicar analizando las cifras, de acuerdo a la mayoría de informes y noticias hasta la fecha, lo realmente alarmante de la situación es que en los primeros meses del 2014 se ha alcanzado prácticamente el total de casos del 2013. Las cifras se han duplicado en un corto periodo de tiempo.

Concatenando todos los puntos, lo que podemos inferir es que si la tendencia cambió drásticamente en 2014, una de las causas de la problemática también tuvo que haber cambiado drásticamente o al mismo tiempo surgió otra nueva causa que ha provocado que las cifras se disparen.

Un coyote es la persona que radica en las zonas de origen de la migración, figura que existe en todo el triángulo norte, y que sirve como una especie de “agente de viaje” ilegal, que a cambio de un pago garantiza que la persona que desea viajar a los EE.UU. de manera ilegal podrá llegar a su lugar de destino. Se menciona que ellos corrieron el rumor en las zonas de migración de que EE.UU. estaba permitiendo la entrada de menores que viajaran solos y buscaran reencontrarse con sus familias, una estrategia “comercial” bastante sucia y que definitivamente amerita otra columna de análisis de cómo endurecer la persecución de esta labor.

Si el rumor de los coyotes en la región ha sido la nueva variable, ¿cuál podrá ser entonces la causa ya existente en la región que cambió drásticamente?, en mi opinión ha sido la operación de las pandillas en los centros escolares.

Si bien es cierto que la penetración de las pandillas en los centros escolares viene desde 2009, lo que podemos observar a la fecha es una evolución de esta situación, pasando de casos aislados ha estrategias complejas de total control del centro escolar, limitando el acceso a estudiantes que viven en zonas geográficas opuesta a donde está ubicado el centro escolar y la pandilla que controla esa zona. Pero eso no es todo, también la estrategia de extorsiones y distribución de drogas a evolucionado y se ha masificado dentro de los centros escolares. Póngase en el lugar de un niño extorsionado o amenazado a muerte… las opciones son pocas, y quizás la decisión más lógica por parte del titular del niño y por parte del mismo niño sea huir a EE.UU.

Hago un llamado a nuestras nuevas autoridades del Ministerio de Seguridad Pública, partidos políticos, a la sociedad civil organizada, a nuestro sector empresarial, a las iglesias y ONG, que si realmente hay algo por lo que valga la pena unirnos por primera vez es esta situación de penetración de las pandillas en los centros escolares; pongamos nuestro máximo esfuerzo para proteger el tesoro más sagrado que podemos tener: una educación integral de calidad en un ambiente de paz para todos sus niños, niñas y jóvenes del país.

*Consultor Social y Economista. mmconsultorsocial@gmail.com