El “estreno de agosto” y la Feria Consuma

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El técnico de la Selecta en una invitación pasada a Los Provocadores. Foto EDH

Por Por Rolando Monterrosa*

2014-07-30 6:00:00

En la Década de los Ochenta, los empresarios y en general los salvadoreños luchaban con no solo por elemental supervivencia económica, sino también por mantener vigentes las libertades de empresa y de mercado, ya entonces amenazadas por la violencia guerrillera.

Por otro lado, las reformas agraria, bancaria y del comercio exterior, emprendidas por los golpistas de 1979 y continuadas por el régimen democristiano, habían generado desempleo masivo, la emigración de miles de campesinos a las ciudades y al extranjero, así como corrupción desbordada.

A todo ello se sumaban las devaluaciones monetarias que mermaban los ahorros de la población, reducían su poder adquisitivo, enriquecían a funcionarios que manejaban a su antojo el mercado negro de las divisas, tanto como traficaban con los productos de la canasta básica, desde el infausto Instituto Regulador de Abastecimiento, IRA.

En tales circunstancias los salvadoreños vivían entre el miedo, la escasez y la incertidumbre por su futuro, pero hubo un grupo de empresarios que buscaba oportunidades dentro del caos.

Como parte de un programa de fomento de la pequeña empresa, diseñado años atrás por el visionario emprendedor don Francisco De Sola, con la asistencia técnica de la International Executive Service Corps, IESC —una magnífica ONG estadounidense que reunía a los mejores talentos administrativos ya retirados, pero con gran experiencia en muchas áreas del quehacer empresarial—, en la sala de sesiones del Comité de Exportadores de El Salvador, COEXPORT, con sede en la ASI, miembros de la directiva, así como representantes de varias gremiales de la pequeña empresa, se desarrollaba una animada “tormenta de ideas”. Entre las muchas propuestas alguien comentó que la proximidad de las Fiestas Agostinas de 1982, era una buena ocasión para promocionar ventas: “Sí, dijo otro, las Fiestas de Agosto, durante muchas generaciones fueron siempre evocadoras del “estreno agostino”: comprarse vestidos y zapatos nuevos, para niños y adultos”.

A todos les pareció estupenda la iniciativa. Estaban presentes, en aquella oportunidad, entre otros, la entusiasta y emprendedora, Cecilia Castro Lara, directora de COEXPORT; Rufo Bondanza, un empresario tecleño de mucho ingenio y coraje, así como quien esto escribe, por entonces director ejecutivo de la gremial exportadora. Se decidió aquel mismo día solicitar en alquiler uno de los pabellones de la Feria Internacional, FIES, ahora Cifco, donde se instalaría la que fue bautizada , “Feria del Vestuario”, alrededor del concepto del “estreno de agosto”.

Con tan poco tiempo para promover la feria, cada gremial, entre ellas, la Sociedad de Comerciantes e Industriales Salvadoreños, SCIS, se comprometió a incentivar a sus asociados para que participaran en el proyecto.

Unos cincuenta sastres, zapateros, camiseros y toda clase de comerciantes con productos terminados, que ya habían recibido asistencia del programa de don Chico, se instalaron, sin costo alguno, en el Pabellón Siete, por ser el de más fácil acceso desde la avenida Manuel Enrique Araujo. Los empresarios montaron, desde el 1 al 8 de agosto, la exhibición de sus productos de manera ordenada y pulcra, en cubículos prestados por la FIES y por otras empresas.

Al término de los festejos, Rufo informó a los fundadores que se habían superado todas las expectativas de éxito: “La feria, dijo, fue visitada por unas 40 mil personas —la entrada del público era gratuita, pero controlada por medio de pases—, y las ventas de los expositores que se habían calculado en unos 300 mil colones, subió a más de un millón”, (EDH/02/08/83).

Al año siguiente además del vestuario se incluyeron a artesanos de objetos decorativos y otros que alargaron la denominación a, “Feria del vestuario, calzado y artesanías”.

Con el paso del tiempo cambiaron las directivas gremiales, y luego surgió, manteniendo las mismas fechas originales, la Feria Consuma, esta vez con el nuevo formato que ahora conocemos.

No sé si Consuma haya sido continuidad de la Feria del Vestuario o que, siquiera, esta la haya inspirado, lo cierto es que todo comenzó con una sencilla y fecunda idea: “el estreno de agosto”.

¡Que tengan todos una placentera y prudente temporada agostina!

*Periodista.

rolmonte@yahoo.com