Masacre en los cielos

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Roberto Artavia, moderador del II Foro Proyecto Azul.

/ Foto Por EDH(Archivo

Por Por Eduardo Torres*

2014-07-21 6:00:00

¡Inaceptable!

Así de contundente deberá ser la reacción de la comunidad internacional ante el derribamiento –con 298 almas a bordo– del vuelo MH-17 de Malaysia Airlines, que en la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur fue derribado por un misil cuando sobrevolaba la región de Donestk, en el este de Ucrania. Las evidencias que hasta el momento han sido dadas a conocer, como por ejemplo que fue lanzado desde un sistema “Buk” de la era soviética, por parte de presidentes y otros altos funcionarios de gobierno que van desde el estadounidense hasta el ucraniano –pasando por los principales gobiernos europeos– señalan a los “rebeldes” prorrusos que operan en esa parte de Ucrania, como los presuntos responsables de semejante carnicería humana.

El mundo civilizado habrá de identificar en un primer paso, a los responsables de semejante atrocidad, so pena de que el desajuste en el mundo se vuelva peor. En un segundo paso deberá someterlos a juicio según el ordenamiento jurídico internacional. Masacraron 298 personas inocentes, ajenas en su totalidad a la explosiva situación que se vive en Ucrania. “Lo que comenzó el pasado octubre como una crisis política por un tratado de asociación de Ucrania con la Unión Europea se ha saldado hasta el momento con decenas de muertos, la intervención de la península de Crimea a manos de Moscú y un estado de guerra civil abierta en el Este de Ucrania”, se dice en un reciente editorial de “El País”, influyente periódico español.

“Estados Unidos necesita una respuesta más agresiva a la guerra de Putin”, fue el titular del editorial de “The Washington Post” del pasado viernes, en el cual resaltan que si bien Obama dijo que los Estados Unidos cree que el avión fue derribado por un misil tierra-aire lanzado desde un área controlada por los separatistas ucranianos (prorrusos), aseguró también que los “insurgentes” no pueden derribar aviones “sin equipo y entrenamiento sofisticado, y ese viene de Rusia”. Lo que le faltó al presidente, afirma el periódico del establishment estadounidense, fue “una conclusión moral clara sobre el régimen de Vladimir Putin o argumentar sobre cómo piensa Estados Unidos responder al asesinato de 298 personas inocentes”, más allá de investigar qué pasó y de dar a conocer los hechos.

Una respuesta significativa, afirma el “Post”, no vendrá de la “comunidad internacional” ni de la Unión Europea que ha estado entrampada alrededor de la imposición de medidas significativas. “Pero los Estados Unidos”, va cerrando el editorial, “tiene el poder para tomar acción, en especial en el sector financiero, que puede forzar a Putin a elegir entre continuar la agresión en Ucrania o salvar a la economía rusa. O puede también brindarle ayuda militar a Ucrania para evitar que Rusia siga abasteciendo a ‘los rebeldes’. Si Obama lidera, es posible que otras naciones tomen a su vez acciones”.

Como “una llamada de alerta” sobre las consecuencias del escalamiento del conflicto en el Este de Ucrania, tomó Obama la tragedia del derribamiento del avión de Malaysia Airlines. Él estaba hablando sobre los europeos, concluyó el periódico, “pero el mensaje se aplica también a la Casa Blanca: Acciones a medias y gestos simbólicos no van a detener la agresión rusa o las atrocidades que produce”. Nadie le pide a los Estados Unidos que sea policía del mundo, pero que use liderazgo no bélico para la construcción de un mundo más seguro. El tirano sirio para el caso, cruzó hace un año “la línea roja” que le planteó Obama al utilizar gases químicos contra su gente, sin consecuencia alguna. De mal en peor continúa ahí la situación.

Los rusos se anexaron la península de Crimea sin mayor costo y se presume que de las milicias prorrusas podría haber salido el misil que causó la masacre en los cielos; ante las crecientes evidencias, lo mínimo que debe pedírsele a Putin es que aclare cómo se perpetró la masacre, que tanta consternación ha causado en el mundo civilizado.

* Director Editorial

de EL DIARIO DE HOY.