Funes, “you’re fired!

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Este sector de la población ya tiene un espacio para practicar deporte sanamente.

/ Foto Por edhdep

Por Por Carlos Alfaro Rivas*

2014-05-29 6:01:00

Bendita seas democracia por dejarnos cambiar de rumbo cada cinco años. ¡Qué dieran los cubanos, los norcoreanos, los nicaragüenses y los venezolanos! La mayoría de los salvadoreños te valoramos y siempre te defenderemos.

Hace exactamente cinco años, El Salvador recién le había dicho basta ya a los veinte años de ARENA, dándole su voto de confianza a un presentador de noticiero, con pico de oro que, efectivo el 1 de junio de 2009, sacaría a nuestro buey de la barranca, gracias al poder de una varita mágica con la que fabricaría 250,000 empleos y otras maravillas.

Ese mismo optimismo esperanzador se vive también en el mundo de los negocios, y hasta en la Iglesia Católica. Para muestra, el caso de la llegada de Jobs a Apple, Marchionne a Fiat y Bergoglio al Vaticano.

Lástima que a diferencia de los maestros arriba citados, Funes nos hereda mucho qué lamentar, y en vez de ver la luz al otro lado de la barranca, seguimos viéndola de a palitos, y con tamaño nubarrón negro en el horizonte.

Siempre lo dije: No es lo mismo administrar un noticiero de televisión de 21M2 con seis empleados, que un país de 21,000 km² con seis millones de habitantes.

El zapato le quedó grande a Funes & Co. y como resultado, nos deja una economía en cuidados intensivos, endeudada hasta la coronilla; una sociedad donde sobran las maras y faltan las oportunidades; en la que la corrupción sigue galopante; la educación, la salud, los puertos, buses y aeropuertos no caminan pa delante; del medio ambiente, mejor ni hablemos porque lloramos.

Esta triste realidad le revuelve la bilis, aún más, a los que votaron por Funes y no necesariamente por el FMLN. El hombre de la guayabera blanca nos puso retroceso, haciéndonos pasar del patito chivatada al patito feo de la región.

Corto circuito hace predicar conciencia social y vivir como emperador. Con semáforo privado para Su Majestad, lujosas y letales caravanas, Goddard Catering, relojes Rolex, escocés Cinta Azul, propiedades por doquier y demás alegrías.

Pero qué triste es heredar un país aún más polarizado por culpa del prepotente y arrogante Funes “style”.

Un El Salvador mucho más violento, culpa de una mentada tregua, que solo sirvió para que los delincuentes reclutaran, se armaran, entrenaran y, al estar de toque, más extorsiones colectarán, más drogas traficarán y más vidas segarán.

Un Pulgarcito en el que seguimos faltando el respeto al llegar tarde a nuestras citas. Como que si fuera gracia copiar el mal ejemplo de impuntualidad de nuestro antipático presidente. Muy mal hecho.

Un país en el que muchos nos acercamos a Dios por pura conveniencia, como cuando políticos ateos abusan de la memoria del obispo mártir, bautizando a diestro y siniestro con su nombre.

¡Ahhhh miel del poder, sí que sos chanchullera!

Juan Pueblo sigue sin saber para qué, y de a cuánto, tanta viajadera. Nos seguís invadiendo con tus detestables cadenas nacionales y venenosos programas radiales. Nuestros impuestos siguen cayendo en un hambriento barril sin fondo.

¿Y ahora, quién podrá defendernos? “¡Yoooo la superdemocracia; no contaban con mi astucia”!

Bendita seas democracia. Gracias por dejarnos despedir con júbilo a un fallido presidente.

Las redes sociales hierven con el “Funes te vas, te guste o no te guste”. Yo le di “like” a tan simpática iniciativa y además, al estilo Donald Trump, escribí y grité a todo galillo: Funes, “you’re fired!”

Solo que los cohetes los reviento, hasta que nuestro país salga del hospital, y la democracia sobreviva a la amenaza que se le viene encima.

Colorín, colorado, los cinco años de Funes se han terminado. Todos a celebrar mañana sábado, a las cinco de la tarde, en el Masferrari. ¡Qué galán!

*Colaborador de El Diario de Hoy.

calinalfaro@gmail.com