Mejoremos nuestro transporte colectivo

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Mariana Salazar, en Francia.

/ Foto Por Foto EDH /Cortesía Mariana Salazar

Por Por Edgardo A. Molina*

2014-04-20 5:00:00

Agradezco los comentarios a mis opiniones sobre el tránsito en San Salvador, sugiriéndome algunos considerar el transporte público, que ahora, sin ánimo de polemizar con los distintos sectores, trataré de comentar.

Primero, el transporte público es ineficiente y desordenado, algo que reconocen los mismos empresarios de buses, las autoridades y el público en general, siendo necesario transformarlo en un servicio excelente al usuario.

Por falta de decisión de los transportistas, han sido las autoridades las que han tratado de mejorarlo. La Alcaldía Municipal y el Ministerio de Obras públicas presentaron sus propuestas, basicamente las mismas. Finalmente es el Ministerio el que lo está llevando a cabo.

Los trabajos actualmente en desarrollo ciertamente son un primer paso a la modernización y eficiencia, pero debe reconocerse que 60 articulados y 7 kilómetros de ruta, no solucionarán el problema generado por cinco mil buses, unas cien rutas y mil kilómetros de recorrido en toda el área metropolitana.

Los usuarios seguirán siendo los mismos, con las mismas horas de abordar los buses, los mismos lugares de trabajo y la misma hora de retorno, así que continuarán los mismos problemas. Sumemos medio millón de vehículos y tenemos el caos.

Los transportistas tienen capacidad de mejorar el servicio y pueden hacerlo. Sólo necesitan una apropiada ayuda y decidirse a realizarlo. Requisito indispensable es una buena dosis de reingeniería en las empresas transportistas para volverlas más eficientes, más económicas y más rentables.

Se ha invitado a los transportistas a invertir en el sistema, pero un buen transportista sabe que con los $ 250,000 que vale un articulado, puede comprar unos diez buses usados, certificados, con buena provisión de repuestos, obteniendo una rentabilidad más alta por la inversión y multiplicando al mismo tiempo la capacidad de transporte de pasajeros con la misma inversión. Con 40 millones de dólares se pueden adquirir unos 1600 buses para sustituir los que ya cumplieron su vida útil. Autorizando un aumento de $ 0.05 al pasaje y trasladando parte del financiamiento de SITRAMSS a los transportistas, se lograría alcanzar el servicio que queremos.

Una buena cantidad de buses escolares usados de bajo costo se encuentra en Estados Unidos. Con normas de fabricación más estrictas que para los buses normales, proveen más protección, con carrocería reforzada, mejores sistemas de frenos y otras normas de seguridad, poco kilometraje y el mejor mantenimiento, que cumple con las normas de la National Highway Traffic Safety Administration. También se encuentran en el mercado otros modelos de buses, en excelentes condiciones, tanto en Estados Unidos como en Europa.

En el país se han efectuado muchos estudios sobre el tránsito. Desde el más antiguo que conozco, “Informe y recomendaciones sobre problemas de Tráfico en San Salvador” (Smith, Dibble and Company, Columbia, South Carolina), presentado al Ministerio de Defensa en 1950, hasta los últimos recientes de Epysa, Lotti, Sol y EM&A, pasando por varias tesis de grado de diferentes universidades nacionales.

Apoyados en ese cúmulo de estudios pueden buscarse soluciones, al tránsito en general y al transporte colectivo en particular, mediante una mesa permanente de trabajo, organizada para ese propósito, pues somos nosotros los que diariamente transitamos por nuestras calles, utilizamos nuestros servicios de transporte y conocemos nuestro problema.

Debe estar integrada, como mínimo, por un representante del VMT, uno de las empresas transportistas, uno de conductores de buses, quienes realmente son los que conocen las rutas, y un coordinador de grupo, independiente de esos sectores.

*Ingeniero, con estudios de Tránsito. edgardo_a_molina@yahoo.com