Lo que está en juego en esta elección

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Imagen aérea de la construcción del estadio Arena da Baixada en Curitiba, Brasil, el 14 de diciembre de 2013. Los organizadores locales del Mundial dijeron el jueves. Foto EDH/ AP

Por Por Eduardo Torres*

2014-02-14 5:00:00

Atres semanas para la elección del 9 de marzo el oficialismo parecería haberse dividido en dos en cuanto a los mensajes que emana ante la opinión pública: por un lado hablan de cambiar la Constitución –lo cual no es nuevo–; agreden en el aeropuerto a un asesor colombiano de la campaña de la oposición y, respaldados por las encuestas de Cid Gallup para Casa Presidencial, y la del secretario de presidencial, Hato Hasbún (CS Sondea), su mensaje es de triunfalismo. Los otros mensajes de La Casona continúan en igual forma o, como dirían los anglos, “business as usual”. Por el otro lado, mucho más serenos por cierto, están los mensajes de la fórmula presidencial.

Por el lado de la oposición creo que por fin están logrando unificar un tanto sus mensajes, tanto en entrevistas como en la publicidad — algo que le cuesta siempre a ARENA– y que están centrándose en propuestas. Creo que les benefician nuevas vocerías, más en sintonía con el sentir general de la nación, que las vocerías partidarias. Más que significar desplazamientos internos, esto les debería significar una mejor asignación de roles. Hace casi dos décadas le escuché decir en televisión a un ex miembro del FMLN a quien solía ponerle atención, que “la ventaja de la derecha es que se nutre del sector privado”, es decir, mayor masa crítica a disposición en la parte técnica.

A mí en lo personal los términos derecha e izquierda me causan roncha desde hace ya bastante tiempo, se me vuelven más potables si son por ubicación –como por ejemplo lo fue en el Senado de Roma–. El punto fundamental ha sido, es y seguirá siendo un asunto de credenciales democráticas. Dejemos la guerra a un lado porque para eso firmamos los acuerdos de paz. No es invento alguno atribuirle a los máximos dirigentes del FMLN decir que Venezuela es ” el faro que ilumina a América”, o que “Venezuela es su modelo”. Es aquí donde radica el meollo del asunto, que en el fondo es un asunto de credibilidad. ¿Qué es lo que en realidad le ofrece el FMLN a El Salvador?

Dudo que alguien pueda ofrecer en este momento lo que, tristemente, indican las noticias sobre la situación que se vive en Venezuela. De imprevisibles consecuencias lo que en esa nación puede suceder ante la profunda y generalizada crisis en que se encuentran, ojalá persistan ahí los medios pacíficos, la no violencia. Pero si bien es verdad que se le acabó la gasolina al carro de “la revolución bolivariana”, el modelo autoritario de toma de las instituciones y supresión de libertades ante un centralismo estatal continúa en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y, de ganar el FMLN en tres semanas, en El Salvador. Aunque haya quienes argumenten que las realidades hacen evolucionar.

ARENA, a quien también le cuesta renovar su oferta y tiene múltiples deficiencias, representa la otra cara de la moneda: ofrece libertades fundamentales, pesos y contrapesos que requiere la democracia, apego a la ley, economía de mercado y certidumbre. Esto es lo que estará en juego este 9 de marzo: ¿en qué tipo de modelo queremos vivir? Siendo el asunto de las credenciales democráticas un asunto de credibilidad para el partido en el gobierno, qué bien harían si en las tres semanas que quedan para la elección cumplen rigurosamente con la ley electoral, publicita el TSE el llamado a votar, sale esta vez el ejército a prestar seguridad en las calles y se da un “fair play”. Veremos.

*Director Editorial de EL DIARIO DE HOY.