Entuerto en el subsidio al gas

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Por Por Ricardo Esmahan*

2014-02-17 5:00:00

Estos días, el Ministro de Economía salió en defensa del cuarto entuerto del subsidio al gas propano para uso domiciliar. El público, los economistas y hasta el Ministerio de Hacienda, saben que el esquema ha sido un verdadero entuerto, que disparó el gasto en subsidio y en burocracia, provocando un descontento popular sobre todo en los principales centros urbanos donde no es fácil obtener leña, encareciendo la cocinada de alimentos en comedores, panaderías, tortillerías y pupuserías.

Y con este cuarto cambio al subsidio que aplicó el Ministerio de Economía abandonó la alardeada entrega del subsidio a la demanda. Emitió la “Tarjeta Solidaria” para comprar el gas subsidiado. Tarjeta con la cual, en el futuro, pretenden administrar la entrega de todos los subsidios. La soñada tarjeta plástica del Socialismo del Siglo XXI, con la cual después administrarán el racionamiento que provocará el desabastecimiento que resulta de la intervención gubernamental en el mercado. Así lo indica el “faro de luz” de Venezuela.

Y es lógico, venden el gas a un precio subsidiado y luego deben recuperar su pisto, para cubrir sus costos y reponer inventario.

Las familias que no han logrado Tarjeta Solidaria, que no son beneficiarios, deben pagar el precio fijado por el Ministerio. Y si la familia tiene un carrito, al comprar gasolina deben pagar 20 centavos por galón. Con el FEFE el gobierno recauda más de US$30 millones. La familia que tiene vehículo compra el gas más caro.

Por otra parte, las familias a las que el tambo les dura dos o tres meses, son atraídas por un “mercado negro” creado por esta política. Los pequeños negocios que cocinan comida en el barrio, limitados a un número de cilindros subsidiados para el mes, buscan comprar el gas subsidiado a quien tiene Tarjeta Solidaria, en lugar que este tarjetahabiente pierda el subsidio del mes.

¿Y qué apología hace el Ministro de este cuarto entuerto? Dice que ARENA pretende volver al esquema anterior, y por tanto, subsidiar a los ricos y permitir el contrabando. Discurso populista.

Con un eficiente esquema de subsidio, se garantizaría que esté dirigido a toda familia pobre, que no tiene posibilidad de contar con vehículo propio. Para las familias que se transportan en bus.

Las familias que utilizan bus para transportarse no contribuyen al FEFE. La familia que tiene vehículo, al comprar gasolina, digamos 60 galones al mes, aporta US$12.00 al FEFE. Si la familia tiene 2 carros, aporta US$24.00 Entre más gasolina consume al mes, una familia aporta más al Fondo que el gobierno utiliza para presupuestar el subsidio del gas.

Las familias de clase media o ricas que tienen más vehículos, aportan muy por encima del subsidio al comprar gas. Si consumen un tambo de 25 libras al mes y paga US$14.98 este febrero, con dos vehículos aportan US$24.00 al FEFE.

Si todos pagaran US$5.80 por un cilindro de 25 libras, las familias que tienen dos vehículos o más, serían contribuyentes netos. Solidarios con las familias que no tienen más que el bus para transportarse. Con comedores y panaderías populares, las tortillerías y pupuserías.

Los ricos, tienen varios vehículos, cocinan con electricidad en sus casas y comen en restaurantes que no tienen subsidio de gas. Si van a la playa los fines de semana aportan más al FEFE.

Este gobierno terminará con otro entuerto del subsidio al gas. Incapaz de controlar el contrabando, aún cobrando los US$18 del scanner.

* Colaborador de El Diario de Hoy.

resmahan@hotmail.com