Don Bosco, un educador para todos los tiempos

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elsalvador.com

Por Por Oscar Rodríguez Blanco, s, d, b.*

2014-01-16 6:01:00

La familia salesiana continúa su camino de preparación para celebrar el “Bicentenario del nacimiento de Don Bosco”. El camino iniciado hace dos años, culminará el 16 de agosto de 2014. En esta etapa final, la atención está centrada en el estudio de la espiritualidad de Don Bosco. Nos dice el Rector Mayor de la Congregación Salesiana: “El fundamento de la fecundidad de su acción y actualidad, se encuentra en su profunda experiencia espiritual”.

Los salesianos se encuentran presentes en El Salvador desde el año 1897. Su llegada se debe a una atenta invitación del Presidente de la República, general Gutiérrez. La primera obra salesiana se fundó en los terrenos de lo que fue una escuela experimental de agricultura que se llamaba Finca Modelo, donde hoy se encuentra el Parque Zoológico. Se fundaron después varias presencias: Colegio Don Bosco, Colegio Santa Cecilia, Instituto Internacional de Filosofía “Miguel Rúa” donde hoy se encuentra la Parroquia María Auxiliadora; el Instituto Técnico Ricaldone, la Escuela Domingo Savio, la Casa de Retiro de Ayagualo, el Colegio Salesiano San José de Santa Ana, la Ciudadela Don Bosco, el Instituto Rinaldi, el polígono Industrial Don Bosco, los Polideportivos Don Bosco y la casa de Retiro Valdocco.

Don Bosco nació en el I Becchi, Italia, el 16 de agosto de 1815. El Piamonte del Siglo XIX vivía un ambiente en el que se entremezclaba el anticlericalismo y múltiples actividades cristianas que hombres y mujeres de aquél entonces realizaban en favor de las clases mas necesitadas. Don Bosco, educador nato, preocupado por la situación de la juventud obrera de aquel entonces, empezó a fundar con espíritu de sencillez y sentido común, oratorios, talleres, escuelas, y otros ambientes educativos para los jóvenes más necesitados. Eran ambientes educativos en donde los jóvenes se sentían amados, acogidos y respetados en sus derechos.

Don Bosco con su estilo educativo y su acción pastoral, basadas en la razón, la religión y la amabilidad condujo a los adolescentes y a los jóvenes a la reflexión, al encuentro con Cristo y con los hermanos, a la educación de la fe y a su celebración en los sacramentos, al compromiso apostólico, civil y profesional. Su ideal era hacer de los jóvenes “unos buenos cristianos y honrados ciudadanos capaces de servir con honestidad a Dios y a la patria”.

El año lectivo está por empezar y muchos miran con ilusión y esperanza la obra de este gran pedagogo que sigue formando a la juventud con la seriedad de una disciplina académica, que tiene como centro de interés la persona del joven considerada en toda su integridad y en donde Dios ocupa un puesto prioritario. Un educador que lleve consigo esta visión, la comunicará consciente e inconscientemente.

Es útil recordar las palabras que Don Bosco decía a sus jóvenes: “Comprended que cuanto soy, lo soy totalmente para vosotros, día y noche, mañana y tarde, en cualquier momento. No tengo más preocupación que vuestro aprovechamiento moral, intelectual y físico. Por vosotros estudio, por vosotros trabajo, para vosotros vivo y por vosotros estoy dispuesto incluso a dar mi vida”.

*Sacerdote salesiano.