La credibilidad es la clave para elegir…

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La selección juvenil sigue realizando partidos amistosos con equipos de la liga mayor. En la foto, amistoso contra Marte realizado el pasado 29 de octubre. Foto EDH/ Archivo

Por Por Rolando Alvarenga Argueta

2013-12-05 6:02:00

Las encuestas confirman lo que la mayoría de nosotros ya intuíamos, esta es una elección entre dos fuerzas políticas, ARENA y el FMLN. Los restantes partidos ya no tienen opción alguna de optar a la Presidencia de la República. La ciudadanía tendrá que elegir entre Norman Quijano o Salvador Sánchez Cerén, para llevar las riendas de nuestro país y tomar las decisiones que nos afectarán a todos durante los próximos cinco años.

La mayoría de analistas coincide que lo determinante para decidir por quién votar es la oferta electoral, es decir las promesas de campaña que permitan ver el rumbo de un posible gobierno. Éstas establecen un compromiso del candidato para lo que su futuro gobierno hará o no hará en caso de llegar al poder.

Sin embargo difiero con la mayoría en algo fundamental, no es la oferta electoral, sino que la credibilidad de un candidato lo que debe ser clave a la hora de tomar una decisión. No es lo que se ofrece en un spot publicitario, sino la certeza generada que efectivamente es creíble esa oferta y que no seremos engañados al conseguir el poder. La credibilidad va de la mano de la verdad, de la evidencia que una persona no nos mienta o nos engañe.

Es inobjetable que los anuncios publicitarios del FMLN tienen mensajes y una buena producción creativa. Pero la pregunta que la ciudadanía debe hacerse es la siguiente: ¿Son creíbles dichos mensajes? Un spot televisivo nos presenta un grupo de niños que emotivamente nos cuentan algo de su familia y cómo los cambios los benefician. Pero al final mandan el mensaje que en el próximo gobierno del Frente, sí se podrá resolver el problema de la seguridad. ¿Es creíble?

Durante este gobierno, del cual Sánchez Cerén ha sido parte, aumentaron los robos, las extorsiones y los homicidios. No existió una estrategia. ni un plan de seguridad y todo se limitó a una famosa tregua entre pandilleros que solamente logró que se reorganizaran para seguir delinquiendo. La ciudadanía honrada sigue sufriendo el flagelo de la delincuencia en sus colonias, en los buses, en las calles. ¿Es creíble que quien pactó con los delincuentes resolverá el problema de la seguridad?

Hay otro spot publicitario del FMLN en el cual diferentes figuras norteamericanas de segundo nivel, dan su respaldo a la fórmula presidencial de dicho partido político. Al final el mensaje es, que si gana Sánchez Cerén, se fortalecerán las relaciones con los Estados Unidos. Esto último es un tema sensible para muchos salvadoreños por la cantidad de compatriotas que tienen familiares viviendo en dicho país. ¿Es creíble dicho mensaje?

La política del FMLN y su lenguaje ha sido siempre de un sentimiento antinorteamericano. Hablan del imperialismo, refiriéndose a ese país y lo han visto como el eje del mal de todos los problemas en nuestro país. Sánchez Cerén y el FMLN han preferido siempre el rumbo tomado por Cuba y Venezuela. Recuerdo perfectamente en el 2001 a Salvador Sánchez Cerén al frente de una manifestación en la que celebraban los trágicos eventos del 11 de septiembre, ocurridos en Nueva York y quemaban la bandera de los Estados Unidos. ¿Fortalecerán las relaciones con EE. UU.? ¡Difícilmente!

¿Es creíble el mensaje del FMLN que crearán más empleos y darán créditos productivos a bajo interés? Todo este gobierno ha transcurrido en un pleito permanente con la empresa privada y generando incertidumbre e inseguridad jurídica. El modelo que Sánchez Cerén admira es el populismo de Maduro en Venezuela, en el cual hay un control de precios que ha generado escasez de productos básicos en dicho país. El FMLN no tiene ni la más mínima idea de cómo generar inversión extranjera en nuestro país y ya pusieron en peligro los fondos del Fomilenio. La realidad no encaja con los mensajes que predican en sus anuncios mediáticos y publicitarios.

Norman Quijano se ha ganado la credibilidad a puro pulso, cumpliendo con su oferta electoral como alcalde. Cuando ganó la alcaldía por primera vez no se quejó del desorden que encontró, se puso a trabajar de inmediato para cambiar la capital. El ordenamiento, la limpieza y las nuevas áreas de esparcimiento fueron evidentes bajo su administración y la gente lo recompensó reeligiéndolo con el mayor margen de votos en la historia de San Salvador.

Es un hombre sencillo, trabajador e incansable en su afán de cumplir con sus metas. Tiene la capacidad de generar confianza en empresarios y trabajadores, pues su objetivo es un país más seguro, con un ambiente de inversión y de mayor generación de empleos. No es una persona confrontativa y le gusta buscar soluciones de consenso.

Ha llegado la hora de reflexionar sobre la credibilidad de los candidatos, de quién nos genera confianza y creemos que tiene la capacidad para encarar los problemas que nuestro país enfrentará en los próximos cinco años. Es una decisión que nos afectará a todos. Otorguémosle una mayor responsabilidad a Norman Quijano el próximo año y permitámosle que conduzca nuestro país en paz, progreso y libertad.

* Colaborador de El Diario de Hoy.